La Plaza Bolívar de Duaca, ubicada en la carrera 5 entre calles 10 y 11, ha perdido su esplendor. Son los habitantes quienes admiten esta lamentable realidad, al ser testigos del marcado deterioro que registra la extensión; piso, ornato y el pedestal donde se encuentra la estatua del Libertador.
El escenario que alguna vez fue epicentro cultural e histórico del municipio Crespo, se convirtió en el dormitorio de borrachines. Bancos y áreas verdes son ocupados, a toda hora, por ciudadanos que sin temor alguno, pasan la embriaguez en el área de esparcimiento, por si fuera poco realizan sus necesidades fisiológicas entre los árboles.
La situación genera malestar entre los usuarios que quieren sentarse a descansar, leer un libro o simplemente distraerse en pleno centro de la localidad, porque les incomoda que personas en estado de ebriedad invadan el sitio, además irrespeten la memoria del padre de la patria y de los niños que acuden a jugar en ocasiones.
Muchos consideran que ante la falta de vigilancia, el lugar público se presta para actos inmorales, en tal sentido instan al poder municipal a aplicar medidas para acabar con la anarquía que impera en la emblemática plaza que fue construida en la administración de Nelson Dávila en 1973.
Residentes de Duaca, la Perla del Norte, insisten en la necesidad de rehabilitar la plaza, porque esperan contar con un sitio de recreación digno, limpio, tranquilo y ordenado.
