La insulina es una hormona producida por el páncreas, cuya función principal es permitir la entrada de la glucosa en las células para que éstas la utilicen como combustible.
Erróneamente confundida con la diabetes, esta enfermedad se refiere a altos niveles de insulina en el torrente sanguíneo, causando, por el contrario, problemas distintos e inclusive contrarios a los que usualmente se presentan en un paciente con diabetes. El hiperinsulinismo o hiperinsulemia es una condición que afecta al paciente de manera tal se produce una cantidad mucho mayor de insulina de la regular, debido a que su sistema metabólico y las células que de él dependen se vuelven resistentes a los efectos de la insulina.
Los síntomas para detectarla por lo general incluyen temblores, alta sudoración, visión borrosa, mareos y frecuentes dolores de cabeza; en casos más graves también se presentan convulsiones, alteraciones del pulso cardíaco y pérdida del conocimiento. Sin embargo, las señales algunas veces son tan leves y comunes, que una persona que padezca esta condición puede no darse cuenta hasta una etapa avanzada.
Muchos pacientes son diagnosticados luego de realizarse exámenes de sangre completos de rutina, otros se dan por enterados luego de acudir al médico en atención a aumentos de peso abruptos, que es una de las consecuencias físicas de esta condición. En las pruebas suele reflejarse un aumento importante en los triglicéridos, sin corresponderse con un aumento del colesterol, lo cual indica que los altos niveles de insulina están influenciando la alza.
En los exámenes también se refleja un dato curioso: en ayunas, el nivel de glicemia en la sangre suele ser mucho más elevado que el que se obtiene en la muestra recogida luego de la ingesta de alimentos, cuando lo normal es que sea menor. En otras palabras, la persona que sufre esta condición, debido a los altos niveles de insulina que produce, cuando consume alimentos, los “quema” inmediatamente, tanto así que, inclusive, afecta la energía “de reserva” que hay en su sangre.
El efecto es el mismo que el de un carro sin gasolina. El paciente puede perder el conocimiento o quedar aletargado por unas horas mientras su sistema se recupera. Esta condición puede generar en un plazo de aproximadamente 10 años diabetes tipo 2, por lo que se sugiere a los pacientes tratarla inmediatamente. Las recomendaciones básicas para una persona que sufre de hiperinsulinismo incluyen hacer ejercicio diariamente, bajar de peso, tener una dieta balanceada, evitar el consumo de azúcar y tomar la medicación necesaria.
