Un filme de cuentos fabulosos inspirados en un autor italiano barroco con Salma Hayek en el papel de reina lanzó este jueves la competición por la Palma de Oro en Cannes.
Reyes, príncipes, ogros y monstruos abundan en «Il racconto dei racconti» («El cuento de los cuentos») del italiano Matteo Garrone, rodado en inglés e inspirado en un libro homónimo de Giambattista Basile escrito en dialecto napolitano en el siglo XVII.
El filme cosechó algunos aplausos en el pase a la prensa y se estrena el jueves en función de gala, en presencia del elenco internacional que incluye además a Vincent Cassel en el papel de rey libidinoso, Bebe Cave, John Reilly, los mellizos Christian y Jonah Lees, Shirley Henderson y Toby Jones. Aunque Basile sea hoy un escritor olvidado, impactó a autores como los hermanos Grimm, Andersen o Perrault, que se inspiraron en sus cuentos al escribir La Cenicienta, La Bella Durmiente o El Gato con Botas. De ahí tal vez la sensación de familiaridad que siente el espectador con las historias de Giambattista Basile, calificadas por Italo Calvino como «el sueño de un Shakespeare napolitano deforme», donde «la grosería se mezcla con lo sublime».
En esta incursión italiana en el género «fantasy» tan visitado en Hollywood, la intención proclamada de Garrone era mostrar cómo estos cuentos que recogen la tradición oral popular hacen eco e interrogan obsesiones muy contemporáneas. Violento deseo de juventud y belleza (incluyendo una sátira de la cirugía estética ya presente en los relatos de Basile con cuatro siglos de anticipación), obsesión de la reina triste de Selvascura (Hayek) por ser madre a toda costa, o la traumática iniciación de una princesa a la edad adulta: el filme de Garrone aborda bajo un aspecto de fábula temas universales. «La clave del filme es el deseo, que evoluciona en obsesión y genera conflictos», reveló Garrone a la prensa. »
Basile en un autor universal muy rico del punto de vista visual», comentó el italiano sobre su cinta, a las antípodas del crudo realismo de «Gomorra», el filme sobre la camorra napolitana que lo lanzó a la fama en 2008, Gran premio del jurado en Cannes.
La opción de la lengua inglesa evita localizar demasiado la acción o los paisajes de la película, rodada en el Castel del Monte, un castillo octogonal del siglo XIII de Apulia (sur de Italia) u otros de Sicilia y los Abruzos (centro).
Hay vestuarios suntuosos, espléndidos paisajes, vegetación exuberante, animales fantasiosos y una banda sonora eficaz de Alexandre Desplat («Grand Budapest Hotel»).