Sin ser crítico de arte, quiero referirme a la obra de Leonardo Pereira MeléndezZ (hacedor de lluvias) Corte de Apelaciones, su nombre me hizo pensar en un libro de Derecho, al abrir sus páginas, me conseguí, un multilibro no solo con artículos de derecho, sino poesías, literatura y vivencias del autor.Criticar, es aprender a leer y enseñar a leer a los demás, yo no puedo hacerlo, pero leo constantemente y cada vez descubro algo en los libros, dejándome una enseñanza, tristes, alegres, pasionales o de cualquier índole, enseñanza al fin. “Las bellezas más sutiles de nuestra vida están ocultas y silenciosas” narra el autor. El mundo es cada vez mas interdependiente y solidario, en el cual la cultura es una necesidad, y el espíritu del hombre no se puede amputar, dirigiéndolo hacia un solo sentido, por ello el libro de Leonardo Pereira Meléndez, es difuso, abarca poesía, ensayos, artículos, vivencias; cada uno de los lectores encuentra el eco de sus propias ideas y se reflejan sus sentimientos.Un rasgo de la obra, lo constituye el poder de burlarse y lo hace cuando se refiere a Luis Alberto Crespo de quien dice, sufre de megalomanía, su poesía es puro egocentrismo.El libro toca o abarca diversos temas, pero no es incongruente; y no puede serlo, porque la poesía, es un drama vivido, cita diversos autores, poetas a los cuales se refiere, resaltando sus contrastes, en su fuerza, en su debilidad, no reduce su visión a un solo rumbo, habla de Guillermo MorónGUILLERMO MORON y de ALI PEREZ.Ha sondeado en zonas diversas y complejas, y con mucho naturalismo, habla del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, de la pureza y de la lujuria, sus materiales son numerosos y variados. La poesía sexual, es tratada por el autor, superando las limitaciones locales y personales, hace de nombres de poetas sexuales, seres que trascienden en su vitalidad a los otros seres de carne y hueso, porque logra una conexión entre lo humano y lo divino: “Mujer yo te amaría/ Crecí para tu cuerpo como te creció el alma/Cuando fue necesario que me amaras un día”.(Athilano Pacheco). No se somete a la simplicidad, a la simetría, a la armonía, al equilibrio.Siente el poeta Leonardo una gran emoción al referirse a Teódulo López Meléndez, a Ludovico Silva, la obra tiene unidad orgánica, porque cuando trata temas de derecho, se inclina y se parcializa con los débiles, con la justicia, con el bien, en definitiva con los valores y para escribir sobre diversos géneros, es necesario haber pasado por la época de los tanteos, debe ir a lo mas profundo de la exploración y abarcar el cuadro múltiple de todo lo humano.En el artículo “cuestiones del alma” se refiere al poeta nacido en Boconó José de Jesús Rodríguez a quien se cita como escultor de la ardiente belleza, al amor, a los sentimientos por ello cuando lo describe dice: “ Mis combates/ Siempre son solitarios/ Por eso no les rehuyó/ Buena lid”.
Une el poeta el amor y la muerte, y se deja llevar por la tristeza que trajo a su alma la muerte trágica de un hermano. Pareciera que su mundo esta fuera de quicio y el poeta es el llamado a ordenarlo, una tragedia personal que lo lleva a proyectar la luz de la vida a otros contornos más lejos del suyo.Al poeta lo siento sólo, cuando escribe: “Quizás el último”. Allí expresa “confieso que he deseado dejar, abandonar la poesía. He deseado librarme de ella, así no mas y para siempre”.En esa soledad el poeta requiere buscarse y reencontrarse consigo mismo y escribir, lo siento aislado de una sociedad condenada por la vanidad, la violencia, la traición y esa lucha es acción no comprendida, no se encuentra alivio, su fingida locura es la forma de buscar la verdad, y debe elegir el momento de pasar a una etapa de transición que le despierte las musas, que le cante a la vida, no a la muerte, que le cante al valor, no al desvalor, refugiarse en el olvido del sueño, sin que lo despierten las sombras del ensueño y despertar en la perspectiva de encontrar la paz con su conciencia y que solo lo despierte su gato amarillo.