Biz Stone sabe que abandonar un proyecto incierto para probar otro camino puede ser útil. Después de todo, hace una década dejó el servicio Odeo de podcasting para elaborar una nueva idea llamada Twitter, que transformó el modo de comunicarse y lo convirtió en multimillonario.
Stone espera que su más reciente cambio de ruta también le dé resultado al frente de Jelly Industries, una empresa de San Francisco que lanzó poco después de dejar Twitter hace tres años.
Jelly mereció titulares hace 16 años con el lanzamiento de una aplicación para móviles que inquiere en las redes sociales para buscar expertos que puedan responder preguntas sobre problemas que obstaculizan búsquedas en internet. Pocos meses después, Stone advirtió que el formato no funcionaba, de modo que creó otra aplicación llamada Super para compartir opiniones.
Super trata de aumentar su atractivo con una actualización que está disponible a partir de este miércoles. Permitirá a los usuarios seleccionar y colocar los rostros de otras personas que han cargado sus perfiles en el servicio. Después las imágenes se mezclan con una selección de emoticones y texto colorido que Super suministra a sus clientes para crear mensajes expresivos. El objetivo consiste en dar a la aplicación un cariz más emotivo.
Stone, de 41 años, sabe que mucha gente piensa que Super es pueril. Pero esto no hace sino reforzar su convicción porque recuerda cómo la gente se burlaba de Twitter al comienzo.
«Algo debe ser divertido de usar antes de poder llegar a ser importante», afirmó. «Fíjense en Snapchat, Twitter y Facebook. Todos empezaron como algo divertido y ahora son importantes».