Auge y crisis de la sociedad petrolera
En la década de los setenta del siglo XX se dan las manifestaciones más evidentes de las deformaciones que a nuestro país han producido la magnitud de los ingresos petroleros, así como de las diferencias que nos separan del resto de los países de América Latina. Mientras en los demás países se hace insostenible la crisis de agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, periodo de decrecimiento y sucesivo estancamiento, en Venezuela se vivió por el contrario en medio del desenfreno que produce el alza en los precios del petróleo, que paradójicamente agudizan la crisis de los países vecinos. En 1974 los precios del barril pasan de 4 a 12 dólares y en 1979 llegan a 30 dólares promedio.
Resumiendo, diremos que en la década de los setenta se profundizan los males que ya acarreaban desde sus inicios el modelo rentista y se convierte en la principal fuente de las causas de la crisis generalizada que viviríamos desde 1983. Así tenemos que los dos principales problemas de comienzos de los ochenta, como lo son la caída de los ingresos petroleros y la deuda externa, tienen sus orígenes en la década anterior. En general, en el periodo 1973 a 1983, mientras que el ingreso petrolero creció en un 350 %, los gastos lo hicieron en un 540 % y el incremento de la deuda externa a corto plazo al 2000%, llegando al cierre del periodo a unos 29 millones de dólares, divididos en partes iguales entre los gobiernos de CAP y LHC y de los cuales un 60% tenía vencimiento entre 1983 y 1984. Además, debemos añadir una cifra de unos 80 millones de dólares colocados fuera del país por el empresariado privado y que se produjo fundamentalmente en el último periodo.
En el periodo de 1983- 1988 se producen medidas económicas que en ningún momento pretendían hacer un cambio estructural en el modelo económico rentista, a pesar de reconocerse su agotamiento, solo se aplicaron medidas cortoplacista y de carácter coyuntural. La década de los 80 en Venezuela se inserta, al igual que al resto de la América latina, en lo que se ha hecho llamar “Década perdida”. En general tenemos una caída pronunciada del PTB; con un crecimiento de (-5.6) en 1983 y (-7.1) en 1989. Estos años son de profundos desequilibrios y de una gran resistencia a aceptar la crisis del rentismo y populismo.
Debemos afirmar que este periodo histórico marca el comienzo de una transformación del pensamiento y cultura política del venezolano. Un país que comenzó a vivir el agotamiento de la renta petrolera a partir del viernes negro de 1983, una nación que paradójicamente después de haber tenido en la década del 70 una de las tasa de ingreso por exportación petrolera más grande del mundo y cuyos niveles podrían ser solamente comparados en la actualidad vendiendo el petróleo por encima de los 200 dólares, este país, comienza en los años ochenta con una deuda de 30 mil millones de dólares, son denunciados los casos más terribles de corrupción, mientras que la pobreza se agudiza y la masificación de la educación y del servicio de salud evidencian su poca calidad. Continuará…