Después de una década en la cima del tenis, Rafael Nadal no tiene problemas con aceptar que ya no es el mismo jugador dominante de antaño.
«Obviamente hoy no soy tan bueno como era», dijo Nadal el martes en el Abierto de Italia. «He tenido una vida fantástica. Ahora no gano tantos (partidos) como lo hacía en el pasado, pero la vida continúa».
El español cayó el lunes al séptimo puesto en el ranking de la ATP, la primera vez que está fuera del top-5 en los 10 últimos años. Nadal ha tenido dificultades para recuperar su mejor versión tras perderse buena parte de la temporada pasada por problemas con una muñeca y una apendicitis.
«No es un desastre», recalcó el nueve veces campeón del Abierto de Francia, considerado como el mejor tenista en la historia en arcilla.
La derrota de Nadal el domingo ante Andy Murray en la final del Abierto de Madrid fue su cuarto revés en arcilla este año, a dos semanas de empezar la defensa de su título en Roland Garros. Es la primera vez que el español pierde cuatro partidos en polvo de ladrillo en una misma temporada desde 2003.
«Se equivocan si creen que la semana pasada fue una semana negativa para mí», afirmó. «La semana pasada fue una semana positiva para la confianza y para muchas cosas. Ya veremos si esta semana puedo mejorar comparado con la anterior».
Nadal tiene libre la primera ronda del Abierto de Italia, y debuta el miércoles contra el turco Marsel Ilhan.
Nadal, siete veces campeón en el Foro Itálico, rechazó la posibilidad de que su tío Toni Nadal deje de ser su entrenador.
«Si las cosas no salen bien es porque no estoy jugando bien, no por el entrenador», afirmó.
Y agregó que jamás despediría a su tío.
«No, y no es una decisión sólo mía», afirmó. «Es una decisión de dos personas, no es sólo mía. No olviden que Toni es más mi tío que mi entrenador».
«Si en algún momento de mi carrera cambio a algún integrante de mi equipo, no será porque esté ganando o perdiendo. Será porque ya no hay suficiente motivación», agregó.