Te vi justamente este 15 de abril cuando cruzabas la calle en dos sentidos apoyado en un bastón. Pasaste de la plaza a la esquina donde espera un abasto chino; y de aquí, a la esquina de la calle donde está un quiosco de periódicos, para acceder a la entrada de un estacionamiento, en el este, donde funciona un banco.
Te llamé… y terminé asociando tu estampa con la escenificación de la última parte de la pregunta que le hizo la Esfinge a Edipo. Nos encontramos en esa etapa en donde dos piernas no son suficientes para sostenernos erguidos y caminar. Hay necesidad, como lo demuestras, de apelar a un tercer soporte, el bastón, porque estamos convencidos que la situación se deteriora. Y no existe la más remota esperanza de que nuestro organismo esté en capacidad de desarrollar ese tercer soporte.
Edipo se hizo rey de Tebas porque fue el único que pudo descifrar el acertijo que a la puerta de la ciudad le propuso la Esfinge. Pero, me atrevo a asegurar que luego de conocer todos los problemas que arrastró ese reinado para Edipo, tú, seguramente, no desees pretender ni encontrarte con la Esfinge ni presidir el reinado de Tebas.
Mi observación me llevó a asociartú definida representación con la última parteescenificada por ti y propuesta por la Esfinge a Edipo. No puedo asegurar que tu vestimenta de este día pudiera ser la misma que llevaba Edipo; pienso que no, pero no deja de confundirme la duda. Vestías un pantalón color pastel y una camisa blanca que te cuadraba muy bien con esemontón de cabellos blancos como peinado por una ráfaga ascendente de viento. Y, como es lógico, te movías con la torpeza a que inexorablemente nos han conducido los años.
No puedo imaginar que tú andes demostrando, con tu libre actuación, que caminabas justamente así para ofrecer al espectador la imagen del caminar de Edipo cuando se encontró con la Esfinge. La vida te obsequió la oportunidad de la actuación al aire libre.
Todo tú, caro primo, actuaste como un verdadero profesional haciendo un papel que ya en aquella lejana época de Layo, Yocasta, Edipo y la Esfinge en Tebas había tenido lugar en vivo para tu eventual éxito de hoy. El parricidio y el incesto trajo la desgracia para la familia y toda la población. Yocasta se ahorcó, Edipo se cegó. Expulsado de Tebas, guiado por su hija Antígona, llevó una vida errante y murió cerca de Atenas, en Colona. ¡Saludos, CarluchoLuis!