Imagine un probador de ropa con un espejo «inteligente» que sugiere unos jeans que vayan bien con la camisa roja que acaba de llevar. Captura un video, para poder comparar las imágenes con otros atuendos que llevó para probarse. Incluso, le muestra cómo se vería la camisa, sin que tenga que ponérsela.
Un puñado de tiendas exclusivas, incluyendo Neiman Marcus y Nordstrom, están probando versiones de este vestidor de alta tecnología. Y de acuerdo a los expertos, el resto de la población podrá tener acceder a esta tecnología en más tiendas, conforme vaya bajando el precio de la misma.
Esta tendencia es una forma en que las tiendas intentan superar a sus rivales en línea como Amazon.com que son capaces de recabar información sobre los artículos que buscan los compradores y recomendar otros productos. La nueva tecnología le permite a las tiendas físicas recabar mucha de la misma información que los vendedores en línea, pero los ejecutivos aseguran que se les presentan opciones a los consumidores y que los datos están protegidos.
Las tiendas están explorando el importante papel que juegan los vestidores en las decisiones de la compra. Aun cuando el 36% de quienes ingresan a una tienda terminan comprando algo, el 71% de las personas que se prueban ropa en el vestidor se convierten en compradores, según Paco Underhill, consultor de ventas. Pese a ello, el vestidor normal no siempre es un lugar acogedor. Solo el 28% de los compradores ingresan, señala Underhill.
«En muchos lugares, la experiencia de los vestidores es algo casi miserable», dijo Underhill. «Hay mala iluminación. Está sucio. Tienen mal servicio».
Algunas empresas ya trabajan en cambiar esa impresión. A finales de año, la compañía tecnológica Big Space planea probar, en una tienda no revelada, un espejo que reconozca el género del consumidor y hacerle recomendaciones. También podrán adquirir los productos directamente desde el espejo y solicitar su envío.
Otras tecnologías ya se probaron en otros almacenes. En los últimos años, tiendas como Bloomingdales’s y Top Shop han probado tecnología que le permite al comprador ver cómo se ven en cierto atuendo sin tener que probárselo.
Incluso para quienes se prueban la ropa, el espejo también sirve como cámara de video, capturando una vista de 360 grados de cómo luce el atuendo y haciendo comparaciones con otros. Los consumidores pueden repetir el video e incluso compartirlo con sus amistades.