Ciertamente, la población venezolana se ha visto afectada por la crisis económica que atraviesa el país. Sin embargo, podría decirse que quienes se han visto más perjudicadas son las mujeres embarazadas o con hijos de muy corta edad, ya que les ha tocado enfrentar un grandes retos en esta época.
Como es del conocimiento público, en la actualidad hay escasez de una amplia gama de productos requeridos por los infantes, entre ellos, pañales desechables y de tela, fórmulas a base de leche y medicamentos.
Motivos por los cuales, las féminas o sus parejas, han tenido que emprender una búsqueda titánica de estos artículos. Lo más lamentable, es que cuando ubican el producto en algún establecimiento tienen que permanecer largas horas en una cola para poder adquirirlo, corriendo el riesgo de cuando les toque el turno para comprar, ya se haya acabado por la gran demanda.
Es importante resaltar que no todas las mujeres ni los hombres, tienen el tiempo suficiente para invertirlo en una cola y más aún, si se encuentran trabajando. Hay que tomar en consideración que la mayoría de los empleos contemplan una jornada laboral de ocho horas diarias.
En este sentido, algunos padres se ven en la obligación de comprar los codiciados productos a quienes se los ofrecen de primera mano, los llamados bachaqueros, para cubrir las necesidades de sus pequeños.
Precios elevados
La inflación galopante en Venezuela ha incidido considerablemente en el costo de varios productos que resultan indispensables para la atención y cuidado de los infantes, pero, lo más preocupante para los futuros padres, es que los centros de salud privados no escapan de los incrementos de precios.
Actualmente, el costo de un parto normal está alrededor de los 40 mil bolívares, mientras una cesárea está por el orden de los 70 mil bolívares, cifras que no está al alcance de todas las personas, mucho menos si son de escasos recursos.
Además de ello, durante los nueve meses de embarazo las futuras mamás deben acudir una vez al mes al ginecólogo de su preferencia, para su control prenatal.
Una consulta ginecológica hoy día tiene un costo mínimo, en algunas clínicas y centros de salud de la región larense, de mil bolívares. Eso sin contar con el ecosonograma, en 700 bolívares, mientras un ecodoppler ginecológico u obstétrico cuesta 1.200 bolívares.
Embarazadas a muy corta edad
Pese a la crítica situación del país, en Lara se continúan registrando embarazos en jovencitas menores de 19 años, precisamente en la edad reproductiva. Una adolescente de apenas 14 años de edad, compartió con EL IMPULSO cómo ha sido su experiencia:
“Mi embarazo no me tomó por sorpresa porque no me estaba cuidando. En estos momentos tengo cuatro meses de gestación y tuve que suspender mis estudios porque tengo un embarazo de alto riesgo, por lo cual debo guardar reposo.
Con relación a la escasez de productos, no tengo mayor preocupación porque de alguna manera u otra mi esposo (de 18 años) y yo veremos cómo resolver esa situación. Pero, realmente no estoy angustiada porque con el favor de Dios saldremos adelante”, dijo.
Mileydys Peñaloza, de 18 años de edad, se mostró conmovida debido a que entre sus planes no estaba previsto salir embarazada. Indicó que ocurrió justo en el momento en que cambió sus pastillas anticonceptivas puesto que las que usaba no las encontró en el mercado.
“Ante esta crisis es inevitable no sentirse agobiada con un bebé en camino, porque no sé si podré cubrir todas sus necesidades. Mi pareja y yo no tenemos dinero; nuestras familias tampoco y la única manera de conseguir los productos sin hacer colas es con los bachaqueros y ellos venden a precios excesivos. Ojalá que el Gobierno acabe con esta situación que afecta en gran medida a los más necesitados”.
Enfrenta la realidad
Gloria Valenzuela (29) es madre de cinco hijos y está a la espera del sexto. Es ama de casa, su esposo es el único sostén de hogar. A su juicio, la crisis no es un impedimento para ser madre en estos tiempos.
“Las mujeres estamos acostumbradas a salir adelante frente a cualquier circunstancia y un embarazo no es la excepción. Si he podido mantener a cinco hijos podré hacerlo con uno más. Todo está en cómo uno asume la realidad, de nada me sirve lamentarme”.
La natalidad no ha cesado en el Hcamp
El doctor Francisco Javier Rojas Pérez, director del Hospital Central Antonio María Pineda (HCAMP) ratificó que la tasa de natalidad no ha disminuido en este 2015. Según el registro que maneja este centro de salud, durante el primer trimestre del año se contabilizaron 1.751 partos y 1.183 cesáreas. En el mes de abril, se efectuaron 619 partos y 356 cesáreas. Con relación al mes en curso, se han realizado 124 partos y 84 cesáreas.
Por otra parte, informó que este hospital atiende en consulta de ginecología un promedio de 75 a 150 mujeres diarias, de las cuales la gran mayoría son embarazadas.
No hay momento perfecto
Algunas mujeres esperan una cierta edad para tomar la decisión de salir embarazadas, esto con la finalidad de cumplir primeramente con sus metas educativas, profesionales, laborales y familiares. En pocas palabras, esperando el momento perfecto.
Sin embargo, suele suceder, como es el caso actual de muchas damas, que la realidad del país les impide cada día más materializar el sueño de ser madres. En este sentido, el doctor Jesús Rojas, coordinador de la unidad de embarazos de alto riesgo del HCAMP, expresó:
“Más que esperar el momento perfecto, se deben propiciar con antelación las condiciones para garantizar calidad de vida a ese bebé que vendrá al mundo. Los padres, primeramente deben entender que el embarazo se debe asumir con responsabilidad, tienen que ahorrar lo suficiente e ir comprando con anticipación los productos que van a necesitar. De esta manera, podrán tener una base para afrontar satisfactoriamente el nacimiento de su hijo (a)”.