La emigración venezolana es una realidad que cada vez se hace más notoria y abrumadora. Cientos de venezolanos han tomado la decisión de establecerse en otros países en busca de paz, seguridad y la realización de sus metas.
Al partir de Venezuela dejan atrás costumbres y lugares, pero se llevan consigo el afecto de familiares y amigos, y sin duda, eso es lo que más duele cuando se instala la vida en otras latitudes.
En este Día de las Madres, elimpulso.com quiere suprimir las distancias y acercar a madres e hijos que, aunque separados físicamente, mantienen el mismo amor y unión de siempre.
Un beso en la mejilla
Tal es el caso de Katheryna Pulgar, quien este domingo pasa su segundo Día de las Madres lejos de Ingrid Fereira, su mamá: “Para mí siempre eran especiales los días de la madre, porque nos reuníamos en familia, compartíamos una comida para celebrar, siempre con la torta tres leches que hace mi mamá. Ese espíritu y calor familiar es lo que más valoro”.
Este domingo felicitará a su mamá por Skype, además de hacerle un detalle que prepara en Buenos Aires, Argentina, con su hermano menor como cómplice en Barquisimeto: “Una de las cosas que más extraño es el beso en la mejilla y el ‘Dios te bendiga’ antes de salir de casa”.
La amiga
Desde España. Alejandro Acosta asegura que extraña todo de su madre. “Pero si tuviera que elegir una sola cosa, sería a mi mamá como amiga. Llegar a casa y poder hablar de lo que pasó en el día o de algún problema que tenga”.
Aunque se comunican por teléfono, Alejandro extraña esas conversaciones cara a cara que crean un gran vínculo entre madre e hijo.
“Este día de las Madres, lo primero que haré es llamarla por teléfono o Skype”, añade.
El hogar que se extraña
Carmen Osuna se despidió de Venezuela para residenciarse en Estados Unidos en junio de 2013, de modo que este es su segundo día de las madres a distancia: “Lo que más extraño son sus abrazos… el olor de sus arepas y café recién colado muy temprano en la mañana. Esas acciones que anuncian la palabra ‘hogar’ por todas partes”.
Uno de los días de la Madre que más recuerda es el del año 2007: “Mi mamá siempre llegaba del trabajo cansada y decía que le hacía mucha falta un microondas en la casa para facilitar el recalentado del almuerzo. Así que fui al centro de Barquisimeto para comprar el aparato que ella tanto anhelaba. Lo envolví y lo puse en la entrada de la casa, junto con unos chocolates. Ella estaba muy contenta porque con ese regalo, sus días serían más fáciles y podría aprovechar más el tiempo”.
Consejos de madre
Lo que más echa de menos Orlando Quero, es la comprensión por parte de su madre, especialmente cuando tiene algún problema: “Ella siempre me aconseja pero me dice que esta es mi vida y que yo decido, pero que siempre puedo contar con su apoyo incondicional”.
Desde Roma, Italia, Orlando recuerda un día de la Madre especial, hace unos diez u ocho años: “Yo siempre acostumbraba darle un buen regalo a mi mamá, pero ese año no tenía dinero y sólo pude darle una tarjeta con un mensaje que salió de mi corazón. Ella aún conserva la tarjeta y creo que es uno de los detalles que más ha apreciado y valorado. Entonces el año que pensaba que daría el peor regalo, terminó siendo el mejor”.
La madre de este venezolano está luchando contra el cáncer: “La operaron hace unos días, por eso quiero decirle que cuenta con mi oración. La necesito conmigo muchos años más”.
Apoyo incondicional
Aura Rodríguez también vive en Argentina y desde allá, agradece a su progenitora por su apoyo y el de su familia, que la mantienen firme en la lucha y el sacrificio de estar lejos: “No sería capaz de hacer esto sin mi mamá. Le doy las gracias porque sé que esta decisión le generó un gran dolor, pero a pesar de eso, me apoya”.
“Extraño compartir con ella, ir de compras al supermercado, hablar con ella cuando llegaba a casa, son cosas que no tienen precio y que a pesar del contacto contaste, no es lo mismo que estar presente”, explica.
“Todos los días de la madre que recuerdo fueron especiales, sobre todo los de mi infancia: hacerle siempre un regalo con mis propias manos, un portarretrato, una fotografía de las dos, los actos del colegio, cantarle una canción, regalarle una flor… creo que son las veces que más he visto llorar a mi mamá. Además de cuando me fui del país”.
El Día de la Madre es una fecha especial para otorgar reconocimiento y amor a esas mujeres valientes que decidieron dar vida al mundo. De cerca o de lejos, lo importante es hacerle saber con obras y palabras, que sus hijos la aman.