Un agente de la Policía Nacional Bolivariana que mató a un estudiante en febrero en confusas circunstancias fue condenado a 18 años de prisión.
La Fiscalía General de Venezuela indicó este viernes que el policía nacional, Javier Mora, de 23 años, admitió su responsabilidad en la muerte del estudiante Kluiverth Roa, de 14 años, quien murió el 24 de febrero tras recibir una bala de goma en la cabeza disparada a corta distancia por el agente durante una protesta en San Cristóbal, estado Táchira.
El abogado Henry Flores, uno de los tres abogados de la organización Foro Penal que asistió a los padres del estudiante, comentó a la prensa que «el policía admitió los hechos y fue sentenciado» en una primera audiencia en la que se debía decidir si su caso pasaba a un juicio oral y público o no.
«Ante tanta pena por la pérdida de Kluiverth, sólo queda como consuelo para su familia esta sentencia», agregó Flores, acompañados de varios miembros de la familia Roa a su salida del tribunal.
La muerte del estudiante, que según testigos no se contaba entre los manifestantes, desató fuerte polémica y tensiones en el país.
En medio de las tensiones generadas por esta muerte, opositores, abogados y universitarios exigieron entonces a las autoridades la derogación de una reciente regulación del Ministerio de la Defensa que permite a los militares venezolanos utilizar armas de fuego como último recurso en las protestas, normativa que consideran «inconstitucional».
«Luego de escuchar la admisión de hechos por parte del funcionario policial», el tribunal dictó la sentencia de 18 años «por incurrir en los delitos de homicidio intencional calificado por motivos fútiles e innobles, uso indebido de arma orgánica y quebrantamientos de pactos y convenios internacionales suscritos por la República», dijo el Ministerio Público en un comunicado, sin mencionar explícitamente el nombre del estudiante por normas que rigen a la Fiscalía.