En once oportunidades ha sido suspendida la sesión ordinaria del Concejo Municipal de Iribarren. Sin explicación alguna, los ocho ediles oficialistas volvieron a dejar sus asientos vacíos.
“Una vez más se aprecia la ausencia del presidente del Concejo y la mayoría oficialista. Esa supuesta mayoría debería dedicarse a trabajar en función de las comunidades”, expresó Oly Mendoza, concejal de la bancada opositora. Agregó que no hubo ningún argumento por parte de los ediles que no asistieron a la plenaria. “Ya van once sesiones ordinarias suspendidas este 2015 y apenas se realizan dos sesiones por semana, ocho al mes”.
Mendoza señaló que asesorarán a las comunidades a fin de que denuncien ante la Defensoría del Pueblo la violación a sus derechos.
La edil también denunció que los oficialistas estarían realizando reuniones clandestinas en la presidencia, pese a que el reglamento establece que son públicas. Esas sesiones son ilegales. Igualmente, realizan sesiones fuera, como la efectuada en la redoma de El Obelisco el año pasado, para justificar los gastos superfluos.
Cándida Rodríguez, de la comunidad Rafael Caldera, manifestó que el presidente del Concejo, Alejandro Natera, no le quiere dar la cara al pueblo.
“Este es un ente para legislar no para hacer un show, tampoco para ausentarse. Si al presidente del Concejo le provoca aparece y si no le da la gana no aparece. Su trabajo es sesionar y darle la cara al pueblo. Natera juega con el tiempo de las comunidades y de los concejales que sí trabajan”.