Los primeros meses de 2015 han sido «dramáticos» en América Latina, debido a restricciones contra los medios de comunicación en Venezuela y Ecuador y asesinatos de comunicadores en Honduras y otros países, aseguró el miércoles en Costa Rica el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Gustavo Mohme.
En Venezuela y Ecuador, el periodismo se ejerce «en condiciones extremas», lo que nos habla de un «franco deterioro y retroceso de la libertad de expresión», señaló Mohme durante un foro patrocinado en San José por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH) y la embajada de Estados Unidos.
«En Ecuador solo existe la verdad de (el presidente Rafael) Correa» cuyo gobierno ha promovido leyes «para reprimir y no para dar espacio a la democracia», manifestó.
La situación en Venezuela, donde varios periódicos han anunciado su posible cierre por falta de papel «es peor aún», señaló el presidente de la SIP.
Según Mohme, los periódicos que no son afines al gobierno del presidente Nicolás Maduro no consiguen divisas para comprar papel, lo que obligaría a algunos de ellos a suspender la circulación en las próximas semanas.
«Lo más dramático son los crímenes contra los periodistas», agregó Mohme, quien mencionó como una de las más graves la situación de Honduras donde 16 periodistas y personas relacionadas a los medios de comunicación han sido asesinados en el último año.
A veces estos crímenes están vinculados a las mafias del narcotráfico o las pandillas, otros pueden tener motivaciones políticas, señaló.
«Sin embargo, encontramos señales interesantes como la apertura de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, que es algo trascendente y abre espacios en la isla para tratar el tema de los derechos humanos como parte de la agenda del diálogo», aseguró el presidente de la SIP.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la organización, Claudio Paolillo, dijo que existía preocupación por un proyecto de ley que afectaría la libertad de prensa, pero dijo que descartó ese temor tras reunirse este miércoles con el mandatario costarricense, Luis Guillermo Solís, quien dio garantías de que la iniciativa había sido descartada.