Susto fue el que pasaron los habitantes del sector Leopoldo Yépez de Los Rastrojos en Cabudare, la noche del martes, aproximadamente a las 09:20 p.m., cuando escucharon una ráfaga de tiros. Nadie se atrevió a salir de sus viviendas, porque podían correr el peligro de ser víctimas de un proyectil perdido.
“Estábamos durmiendo cuando de pronto escuchamos esas detonaciones. Yo me asusté mucho porque duermo con mi nieta de tres años; la mamá de la niña se metió para mi cuarto, la agarró entre los brazos y nos lanzamos al piso”, narró una habitante del sector a quien por miedo a represalias no se quiso identificar.
La dama contó que en principio se escucharon como quince disparos, hubo un momento de silencio y se escucharon otros quince, “pero era en ráfagas. Incluso algunos proyectiles se introdujeron en la pared de la casa pero como es de bahareque, no lograron perforarla”.
Es la primera vez que los habitantes del lugar pasan por una situación similar, “en más de 40 años que tengo viviendo por aquí, nunca antes habían matado a una persona en el sector”, explicó otro hombre mayor, de larga residencia en la zona.
El hallazgo
La mañana de ayer, cuando un niño de 13 años se levantó para darle comida a las gallinas, observó que estaba un hombre tirado en medio de la quebrada conocida como La Mata, por donde pasan aguas negras. Está ubicada entre la avenida Intercomunal y la urbanización Atapaima.
Por la manera como quedó el cadáver, se presume que lo iban persiguiendo desde esta última urbanización, se metieron por la orilla de la quebrada hasta que lo mataron en el lugar.
El jovencito, al ver el cuerpo sin vida, corrió hasta su casa y le avisó a sus familiares, quienes asumían podrían encontrar algo así por la cantidad de tiros. “Anoche (martes) fue horrible, de verdad que no habíamos vivido antes algo así”, manifestó uno de los habitantes de la zona.
Ayer en la mañana, quienes por ahí viven, además de cientos de curiosos que se acercaron a detallar el cadáver, no lograron identificarlo. Aseguraron que no era de la zona.
Al sitio del suceso se apersonaron los funcionarios de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) quienes recolectaron las evidencias para iniciar las averiguaciones del caso, pues el hoy occiso no portaba ningún documento de identificación.