Los agricultores de la zona montañosa del municipio Andrés Eloy Blanco están cansados de ser víctimas de los delincuentes que, permanentemente, les roban sus vehículos, implementos de trabajo, e incluso sus cosechas.
Para exigir acciones efectivas por parte de las autoridades policiales y de la Guardia Nacional, un grupo de ellos se trasladó este miércoles a Quíbor donde se reunieron con la fiscal del Ministerio Público del municipio, Leidy Olivo, el jefe del CICPC, comisario Edwin Cárdenas y el ingeniero Gerardo Romero, del SHYQ.
El luchador social y productor agropecuario, Félix Saavedra, quien encabezó la comisión, dijo que la reunión fue muy positiva pues la representante del MP les escuchó atentamente y prometió ir a Sanare el próximo día 29 para una nueva reunión con ellos.
El ingeniero Romero, por su parte, anunció que antes del último de este mes estará reactivado el módulo ubicado en el sector La Gran Parada, que durante un tiempo fue un puesto de la Guardia Nacional y había sido abandonado y desvalijado.
Desde allí se espera que con la participación de las policías, de Lara y Municipal de Andrés Eloy Blanco, se le pueda brindar mayor seguridad a los campesinos de las parroquias Yacambú y Quebrada Honda de Guache, los más afectados por las incursiones hamponiles.
Saavedra insistió en el problema que confrontan pues no hay semana en que no se roben varios vehículos, rústicos y motos.
Dijo que los últimos días se ha visto algo de acción por parte de la policía.
Pero manifestó que la policía practica las detenciones y a los pocos días los sujetos reaparecen por la misma zona, volviendo a sus andanzas y cuando van a pedir explicación les dicen que los soltó el Ministerio Público, de allí las razones por las cuales acudieron a ese organismo en Quíbor a precisar si eso es cierto o que los procedimientos son mal hechos.
Juan Aponte, del caserío Buenos Aires, dijo que están cansados de denunciar y la policía no hace nada.
“Van a los campos y lo único que hacen es traerse un poco de papeles y darle a uno números de teléfonos que no atienden; ya uno no aguanta más tanto robo, queremos seguridad pa’ trabajar”, afirmó.
Otros de los trabajadores del campo denunciaron que constantemente eran víctimas del matraqueo por parte de uniformados policiales.
Uno de ellos refirió que los funcionarios les retienen sus vehículos por la más mínima falla para pedirles dinero y dejarlos ir.
Esperan que con los cambios que se llevaron a cabo recientemente en el centro de coordinación policial de Sanare haya terminado esa irregular práctica.
“Que agarren a los ladrones y no a nosotros que lo que hacemos es trabajar para producir comida”, dijo otro de los agricultores.
