La tasa de mujeres embarazadas, aun cuando toman anticonceptivos, ha aumentado. Ante la escasez de píldoras que existen en el mercado, numerosas mujeres han tomado la decisión de cambiar de marcas en varias ocasiones, sin tomar en cuenta que algunas tienen en mayor o menos cantidad el etinilestradiol, componente activo de las grageas que puede conllevar a la pérdida de sus propiedades de protección.
El doctor Roger González Cortez, ginecólogo infantil y ginecobstetra, explicó que las píldoras anticonceptivas son usadas de dos formas: como prevención familiar y con los beneficios adicionales, relacionados a tratamiento médico de aquellas personas que sufren de síndrome de ovarios poliquísticos, para controlar el ciclo menstrual, evitar dismenorrea (dolor menstrual), mejoría del acné, y hirsutismo (exceso de bello).
“Ahora en el país tenemos dos grandes problemas. Por la falta de divisas, los laboratorios disminuyeron mucho la importación de los anticonceptivos, porque todas esas moléculas son importadas y nos trae como problemas que los mejores anticonceptivos, que son los que tienen antiandrogénicas (probabilidades de disminuir las hormonas masculinas) son los que menos se consiguen”, aseguró el especialista.
A su vez, manifiesta que el segundo problema es que las mujeres que no están usando pastillas pueden acudir a los preservativos, pero tampoco se consiguen en el mercado.
Mal uso de anticonceptivos
El ginecólogo explica que las tasas de fecundidad han aumentado a pesar de que las mujeres están tomando pastillas anticonceptivas y es que se debe al mal uso de las mismas. En medio de las consultas hospitalarias y privadas se ha evidenciado los casos.
“Cuando se cambia de anticonceptivo, no es tomar cualquiera. Al tomar una marca hoy, una el próximo mes, la mujer piensa que está cuidada, pero por el cambio de anticonceptivo se pierde la propiedad de protección.
El problema es que nuestras mujeres están tomando lo que les venden en la farmacia, porque es lo que se consigue. La eficacia de un anticonceptivo oral bien utilizado es cercana al 99%, cuando hay cambio de anticonceptivo o de molécula, es como si no estuviera utilizándolo. Es como nuevo usuario y qué deben hacer los nuevos, los primeros 14 días protegerse con preservativos”, destacó González Cortez.
El doctor invita al Estado a priorizar este tipo de medicinas, además de las de enfermedades crónicas. Para él, estos tratamientos son indispensables y cree que dicha situación es un problema que no es sencillo, es muy complicado y es muy grave.
Invita a los entes gubernamentales a revisar las redes sociales, porque se está “bachaqueando” con la salud, venden las pastillas a cuatro y cinco veces mayor de su precio. Para el especialista la comercialización de medicinas es un crimen.
Vuelven atrás
Según González Cortez, en los Centros de Diagnósticos Integral (CDI), dependientes del Estado, se han estado obsequiando una serie de anticonceptivos, que contienen altas cargas hormonales, volviendo al pasado de anticoncepción, que eran píldoras con muchos efectos secundarios.
Las altas cargas de estrógenos pueden conllevar a problemas de salud como: tromboembolismo pulmonar, trombosis venosa profunda, infarto al miocardio y accidente cerebro vascular, con mayor riesgo en mujeres que tienen sobrepeso, los lípidos alterados, mayores de 35 años y fumadoras.
“Le dan los anticonceptivos sin establecer factores de riesgo. La anticoncepción moderna se basa en utilizar bajas dosis con visualización de los riesgos, cada paciente se le indica anticonceptivos especifico para ella”, destaca el ginecólogo.
Migran a implantes y aparatos
Las mujeres debido a la necesidad y escasez del mercado ante los anticonceptivos orales, han migrado a colocarse dispositivo intrauterino (aparatos) y los implantes que van de 3 a 5 años. En el área de Ginecología del Hospital Central Antonio María Pineda, anual se colocaban 20 implantes, en lo que va de año se han colocado 100, aunque este hace que la mujer deje de ver la menstruación y según el doctor la mujer venezolana le gusta tener su periodo porque es como una forma de saber que no está embarazada.
Explicó también que actualmente en el mercado se puede conseguir el conocido aro o anillo vaginal, que por tabú en Venezuela no es usado, porque la mujer no le gusta explorarse su vagina y para este dispositivo la dama es quien debe colocárselo. Cree que ante la necesidad van a migrar a este tipo de métodos anticonceptivos.