Invitado por un buen número de prestigiosas instituciones, entre ellas la Universidad Católica Andrés Bello, el diario EL IMPULSO, Compromiso Ciudadano, el Centro Gumilla, el Colegio de Abogados del estado Lara, Las Federaciones de Centros Universitarios de varias universidades, Operación Venezuela, etc., acudí, con la finalidad de informar sobre la importancia del Parlamento y a motivar a votar, sobre todo a la gente joven, en las elecciones de la nueva Asamblea Nacional, a un foro en las siempre gratas instalaciones de la Sala Alternativa del diario EL IMPULSO.
A este foro también estaba invitado Jesús Chúo Torrealba, secretario ejecutivo nacional de la MUD,quien por problema en su vuelo llegó a Barquisimeto en horas de la tarde y no pudo asistir al foro, pero tuvo una intervención por teléfono desde Maiquetía. En el foro sólo estuvimos entonces el distinguido profesor de la UCAB, el sociólogo y politólogo Juan Manuel Trak y mi persona. El Dr. Trak tuvo una muy interesante y documentada intervención sobre los procesos electorales venezolanos y sobre las encuestas actuales que ponen a la oposición en una muy ventajosa posición para dominar ampliamente la nueva Asamblea Nacional. El foro estuvo magistralmente conducido por el periodista Alfredo Alvarez, quien hizo gala de su cultura, buen humor y don de gente. Terminadas las exposiciones de quienes fuimos ponentes, el numeroso público asistente desbordó a preguntas al panel y desafió el tiempo disponible.
Me correspondió hablar de la institución parlamentaria, de su génesis, de su naturaleza y de su historia. Estos dieciséis años de régimen chavista han desdibujado la verdadera naturaleza del Parlamento. Nuestros muchachos se quedan asombrados cuando se les explica que contra el absolutismo, grandes pensadores y filósofos franceses e ingleses como Montesquieu, Rousseau, Locke, etc, idearon la teoría de la separación de los poderes y la autonomía e independencia de esos poderes, con el fin de crear un equilibrio que evite precisamente la concentración del poder en una sola persona o grupo de personas. Pudimos revisar la historia venezolana tan caudillista y la triste experiencia que se conoció como el “fusilamiento del Congreso” el 24 de enero de 1848, en tiempos de José Tadeo Monagas. Pasamos brevemente por los congresos de los dictadores, especialmente durante las presidencias de Antonio Guzmán Blanco, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Pérez Jiménez.
La experiencia de hoy, la vivida por nuestros muchachos, es la de un Parlamento sumiso y obsecuente al Poder Ejecutivo. El Parlamento debe dictar las leyes, no delegar al Presidente en lo que se conoce como ley habilitante y debe vigilar y controlar al Poder Ejecutivo en la administración de los recursos del estado y puede decretar amnistías, remover ministros y hasta el Vicepresidente, cuando éstos violenten la Constitución Nacional y las leyes. Una Asamblea Nacional aclamacionista, no es un verdadero Parlamento, es un apéndice más del Ejecutivo, que esconde graves violaciones de los derechos humanos y de las libertades públicas. Ahí está la importancia de elegir un Parlamento independiente.
