Los vecinos de la plaza que lleva el nombre del médico independentista, en la Urbanización del Este, se sorprendieron al observar una cuadrilla de obreros de Emica derribando parte de los árboles que daban sombra al espacio.
En principio algunos reclamaron por considerar se trataba de un serio delito de ecocidio en plena ciudad, pero luego fueron informados de que la acción era necesaria en vista de las enfermedades que afectaban a los árboles de diferentes especies como roble, apamate, ceiba, pardillo o mango.
Se informó que la eliminación de los mismos se llevó a cabo luego de que algunos vecinos resultaron afectados al caer encima de los techos de sus casas las ramas podridas.
El diputado Filiberto Peña, uno de los miembros del consejo comunal del sector, declaró que en total resultaron eliminados 28 “palos” cuyo corazón, la parte interna, había desaparecido y constituían un peligro para quienes acuden a la plaza.
Pero anunció la existencia de planes para sembrar otro lote de al menos 53 árboles de las mismas especies a fin de sustituir los eliminados, cuyas existencias databan de hacía más de 50 años.
En una nueva inspección a la arboleda se pudieron detectar otros con el mismo tipo de enfermedades que ameritan también su derribo.
Vecinos de la plaza José Ángel Álamo consideran necesaria la intervención del parque por la Alcaldía de Iribarren, que cuenta con una dirección destinada al mantenimiento de ese tipo de espacios públicos.
Para comenzar, esa plaza nunca, o al menos no lo recuerdan, ha contado con un buen engramado ni con un mantenimiento pleno. Prueba de ello es que en la actualidad apenas tiene asignado un obrero para su limpieza.
A nivel del consejo comunal de la Urbanización del Este existen proyectos para su recuperación, comenzando con un sistema de riego que permita la supervivencia de la grama o plantas ornamentales que se le siembren, la conversión de la cancha de bolas criollas en un espacio dedicado a los niños y una vigilancia permanente para evitar la acción de los delincuentes.
Durante la administración municipal de Amalia Sáez, se colocaron algunos juegos infantiles en un sector del parque, pero no es el más adecuado por encontrarse muy cerca de la calle por donde pasan los vehículos, de allí la necesidad de mudarlos para lo que es la cancha de bolas criollas.
La plaza contaba con una bomba para el riego, pero debido a que no tenía la necesaria protección, se la robaron, así como lo han hecho con el cableado que alimenta de electricidad los postes del alumbrado.
Una vecina planteó la necesidad de llegar a un acuerdo con directivos y estudiantes del cercano liceo Federico Carmona para que, de manera conjunta, se encarguen del mantenimiento y protección, tomando en cuenta que también los jóvenes se benefician de ese sitio de esparcimiento de hectárea y media de extensión.