Impidamos que mamá entre a la cocina e invitémosla a relajarse, pues hoy, más que nunca, es una ocasión perfecta para consentirla y pagarle una mínima parte de todas esas recetas repletas de cariño con las que siempre lograr alegrarnos el alma, esas que nos llenan la barriguita y nos ponen el corazón contento, esas, que hoy trataremos de imitar para regalarle un desayuno en la cama, una meriendita feliz y un postre diferente, una manera deliciosa y original de celebrar su día por todo lo alto
Lo sabemos, mami es la única e inigualable reina de la cocina, pero hoy nos toca a nosotros esmerarnos un poco para retribuirle, de alguna manera, todas las veces que ella ha dejado de lado sus propios antojos para complacer los nuestros, poniéndole a sus preparaciones ese secretico que nos hace sonreír con cada bocado, ese sabor inconfundible por el que anhelamos volver a casa y ese olor mágico que siempre logra seducirnos.
Y es que aunque no seamos los mejores cocineros de la vida, siempre hay recetas sencillas pero deliciosas que, si las ponemos en práctica con amor y mucha fe, terminarán convirtiéndose en los mejores platillos del mundo, preparaciones que sorprenderán a mami y la harán sentir muy feliz, regalándole a su paladar una experiencia inolvidable y a su memoria el mejor de los recuerdos, pues sin duda alguna será una grata sorpresa para ella ver que nos adueñamos de los fogones, con el único propósito de complacerla con ese detalle que tanto se merece.
Así que anímense a combinar ingredientes, ensúciense la ropa con gusto y pídanle ayuda a papá para manipular los cuchillos o encender la hornilla, pongan manos a la obra y atrévanse a disfrutar de la experiencia de cocinar con mucho amor.
Una arepita deliciosa
Será muy divertido ver como se le hace agua la boca a mamá, mientras nos ve entrar al cuarto con uno de los protagonistas principales de la gastronomía criolla. Para lograrlo, debemos convertir una arepa cualquiera en la mejor del mundo, esa que sabrá a gloria y olerá desde lejos. Además de las ganas, sólo necesitamos un ingrediente mágico llamado cariño, harina de maíz, agua y un poquito de sal, amasar bien la mezcla hasta que quede suavecita y agregarle queso blanco rallado y mantequilla para hacerla diferente.
Después, rellenaremos nuestra arepita con un perico que haremos con dos huevos, tomate, cebolla y jamón picados en cuadritos muy pequeños, el cual combinaremos con rebanadas de aguacate madurito y lascas de queso de cabra fresco. Finalmente, acompañaremos con una cucharada de nata y un vaso del jugo favorito de mamá.
Fuera de la rutina
Si mami desayuna arepitas todos los días, no es chévere prepararle lo mismo en una ocasión especial, por lo que debemos ingeniárnoslas para hacerle algo diferente, original y, sobre todo, muy rico, algo que la saque de la rutina y la haga sentir querida.
Para sorprenderla, podemos preparar una ensalada caliente de papa picada en cuadritos pequeños, cebolla sofrita, abundante tocineta tostadita y champiñones frescos fileteados, la cual acompañaremos con un huevo frito condimentado con sal y un toque de pimienta y al que le dejaremos la yema blanda y la clara firme.
Finalmente, tostaremos dos rebanadas de pan cuadrado y acompañaremos con mantequilla, mermelada de frutas y un vaso de té helado.
Meriendita gourmet
No perdamos el tiempo planificando el almuerzo, porque seguramente papá nos invitará a comer fuera para celebrar el Día de la Madre. Así que mejor pasemos de una a la merienda, esa comida de media tarde que tanto disfrutamos y que, sin duda alguna, será un detalle que dejará a mamá con la boca abierta.
Antes de empezar a prepararla, debemos distraerla para que no se dé cuenta ni intente ayudarnos, para luego comenzar a darle forma a nuestra obra maestra.
Para empezar, debemos picar un pan campesino o concha dura en lascas delgadas, las rociamos con un poquito de aceite de oliva y las ponemos a tostar en una plancha. Luego, cuando estén bien crujientes, las retiramos del fuego y las untamos con ricotta de cabra, para después coronarlas con finas lonjas de prosciutto, rebanadas de tomate y rodajitas de aceitunas negras.
Finalmente, decoramos con hojas de rúcula o albahaca fresca y acompañamos con una copa de vino tinto.
A la mejicana
Otra buena idea para merendar con mami son unos deliciosos nachos mejicanos, una receta súper fácil de preparar y que sin duda alguna le fascinará.
Para armar un rico plato, sólo necesitamos un paquete de nachitos de esos que venden en cualquier lado, un aguacate bien maduro, queso amarillo, nata, tomate y cebolla, una lata de frijoles rojos y carne molida.
En primer lugar, debes adobar la carne molida con sal, pimienta, comino, salsa inglesa y ajo, colocarla en un sartén bien caliente y removerla constantemente con una cuchara de madera. Luego, pela el aguacate y estrípalo con un tenedor, colócale unas goticas de limón y abundante sal. Después, pica la cebolla y el tomate en cuadritos pequeños y aderézalos con sal, ralla el queso amarillo y calienta los frijoles rojos.
Finalmente, sirve los nachos en un plato amplio, colócales encima la carne molida, el queso y los frijoles, sirve aparte la nata, el guacamoles y el pico e´gallo en bolds diferentes y acompaña con un refresco bien frío.
Un dulcito para el alma
La repostería es un poco más complicada, la precisión en medidas y cantidades es esencial si queremos que nuestro postre quede perfecto, y además, generalmente amerita horno y mucha delicadeza. Así que para evitarnos ese dolor de cabeza, prepararemos un dulcito súper fácil y realmente delicioso, un postre sencillo que dejará a mamá con ganas de seguir comiendo.
Para hacerlo, sólo necesitamos galletas María, un Choconut grande, fresas, maní sin sal y azúcar glas.
En primer lugar, debemos colocar cuatro galletitas sobre un plato. Luego, picamos las fresas en cuartos. Después, untamos las María con abundante choconut y le colocamos varios trocitos de fruta a cada una. Finalmente, coronamos con maní y decoramos con azúcar glas.
Deliciosa Combinación
Seguimos en la onda dulce, pero esta vez haremos algo frío que seguramente han comido al menos una vez en la vida, una combinación deliciosa de helado y frutas que se hace irresistible para grandes y chicos, un postre muy famoso que dejará a mamá encantada.
Se trata del tradicional Banana Split, para el cual debemos tener en casa diferentes sabores de helado, cambures maduros pero firmes, maní sin sal, lluvia de chocolate, chispitas de colores y unas cuantas cosas más.
Elaborarlo es muy sencillo, pues sólo es cuestión de servir las cosas con cuidado y decorar con alegría. Primero que nada, debemos buscar un plato hondo y alargado, en el cual colocaremos un cambur grande. En los espacios sobrantes, agregaremos bolas de helado de fresa, chocolate y vainilla. Luego, esparciremos maní, lluvia de chocolate y chispas de colores por todos lados. Finalmente, dejaremos caer hilos de leche condensada o sirop de chocolate sobre nuestro Banana Split y decoraremos con una galleta Susy, Pirulín o cerezas.