La escuela nacional José Miguel Contreras de La Carucieña amaneció tomada por madres y padres, quienes cerraron las puertas de la institución y suspendieron clases por una serie de irregularidades administrativas y operativas que hacen mella en el desempeño escolar de 1.600 alumnos de Educación Básica. Exigen la intervención de la Zona Educativa y la destitución de la directora del plantel.
El comedor está en deplorables condiciones. Así lo denunciaron los representantes mediante un recorrido por estos espacios con el equipo reporteril, donde se pudo observar que dos de los tres refrigeradores están dañados por fallas en los compresores, la cocina deteriorada por su longevidad y mostraron un lote de comida que permanecía guardada en un aula de clase. Desde el mes de diciembre ha bajado la calidad del Plan de Alimentación Escolar (PAE).
“No puede ser posible que nuestros niños tengan que comer una sopa de auyama con arroz y un jugo simple de acompañante, cuando existen dos salones donde hay comida y azúcar almacenada en bultos, los cuales la directora no quiere sacar porque alega que los cambiará por carne y pollo. Esta situación ha provocado incluso que la pasta tenga coquitos y que otros rubros se dañen”, demandó la representante Ureilimar Barrios.
Irregularidades administrativas
Por otra parte, la comunidad se manifestó en contra por la administración de la directora de la institución. Reclamaron que al comenzar el año escolar tuvieron que pagar una inscripción obligatoria de 100 bolívares y además han participado en vendimias donde supuestamente el dinero no es invertido en la escuela.
Infraestructura
Los problemas de filtraciones vulneran cada día la estabilidad de techos y paredes. En todos los salones de clase se evidencian manchones agrietados que muestran parte del esqueleto de la estructura. Muy pocas aulas tienen luz, debido a que las lámparas funcionan a medias o están dañadas.
Sólo cuatro baños están operativos en la escuela y no tienen agua porque la bomba hidroneumática está dañada. Unos tanques almacenadores están en las entradas para que todo aquel que haga sus necesidades se aprovisione con un tobo. Asimismo, una de las baterías clausuradas es utilizada como un cementerio de pupitres y depósito de filtros dañados.
“Es una lástima que mi hija me diga que no puede hacer sus necesidades en la escuela porque el baño es muy cochino y huele feo. Los niños deben tener espacios sanos para que puedan cumplir su higiene personal alejados de las enfermedades”, esgrimió Jennifer Chirinos.
Traslado de docentes
No menos importante, es la denuncia de la comunidad educativa ante el próximo traslado de 16 docentes de primer y tercer grado. Aseguran que los profesionales tienen desde cinco a 10 años laborando en la institución y han sido referencia en la formación de los niños de La Carucieña. Los representantes advirtieron que si procede la medida emanada desde la Zona Educativa, paralizarán las actividades escolares.