Ya no sería Europa nuestro modelo a seguir, desde los enlatados, los pasatiempos, nuestro deporte favorito como lo es el béisbol pasando por el cine y la televisión y la moda y el estilo de vida de New York serian el modelo a imitar.En todos los países de la América latina existe una “cultura gringa”, pero en Venezuela la renta petrolera y la mayor dependencia con los Estados Unidos llevó éstos al límite, una cultura consumista, despilfarradora, del “quita y pon”, de no preservar.Por esto hay que dejar claro que el imperialismo y la dependencia se manifiesta tanto en el plano material de las tecnologías y la economía como en el plano de las ideas y la cultura.
En el caso de la compañía Creole, este programa no sólo reúne una serie de revistas como El Farol y Nosotros, sino que también incorpora la publicación de circulares especializadas de amplia difusión, al igual que programas radiales como el Reportero Essony a partir de 1953, programas televisivos como el Farol TV y el Observador Creole. Cabe mencionar que la mayoría de los campos también contaba con su propio boletín local como fue el caso del Correo de Caripito y el Pelicano de Amuay. Las otras empresas petroleras, también editaban un conjunto de publicaciones a escala nacional que incluía la revista Shell, y el Círculo Anaranjado, auspiciado por la Mene Grande.(Tinker Salas: 2006)
Desde la formación de nuestras Fuerzas Armadas, pasando por los estudios de pre y post grado en las principales universidades norteamericanas, han sido mecanismos de enclavar nuestra estructura política e ideológica a los intereses del imperio norteamericano. Romper con la dependencia económica no ha sido ni será tarea fácil, pero creemos que aún mas difícil es la lucha contra el imperio político ideológico, contra la dependencia cultural cuya lucha comienza con comprender para luego desconstruir el pensamiento con el que lo hemos formado, que nos hace reproductores del pensamiento del Norte y no nos permite percibirnos con nuestras propias perspectiva, sino bajo los ojos del amo.
La cultura del parasitismo estatal, el consumismo, la especulación, la búsqueda del dinero fácil, el peso de las actividades y de la mentalidad comercial y de servicio por encima de la mentalidad productiva forman parte del venezolano. Esta cultura de la extracción y del ingreso rápido y violento se ha internacionalizado en los genes y la psiquis de los venezolanos.Nos hemos acostumbrados a producir poco con alto ingresos, a obtener riquezas rápidas. Lógicamente este comportamiento es más predominante en los sectores de la burguesía, pero la clase trabajadora no está exento de ella, la cultura del azar, del vivismo, amiguismo, “ponme donde hay”, es decir una cultura anti moral y corrupta forma parte de la sociedad venezolana.
Luis Buttó relaciona a la cultura del Petróleo con la cultura de la pobreza. Para Buttó en el gobierno chavista este proceso ha llegado al clímax, ha degenerado en una cultura que exalta a la pobreza como símbolo de virtud,una cultura del conformismo, y por el contrario margina al trabajo y el esfuerzo productivoy la competitividad como ejes centrales del ascenso social:
La cultura que descalifica al rico (de allí epítetos como ladrón, explotador del hombre por el hombre, corrupto, burguesito, y demás) y que conlleva a que 87% de la ciudadanía esté a la espera de la actuación del Estado providencial para que le resuelva sus problemas individuales (Consalvi, 2000). Continuará…