En el municipio Iribarren, en un lapso de cuatro horas, fueron cometidos cuatro crímenes, uno en el oeste y dos al norte.
El primer hecho ocurrió a las 8:30 de la noche. Eudis José Marchan Marchán, de 26 años de edad, conocido como “El Niño”, estaba sentado en una acera y pasaron unos sujetos y le dispararon. Un proyectil le dio en la cabeza. Mal herido se paró y recorrió dos casas; intentó pedir auxilio pero se desplomó. Fue auxiliado en el CDI del barrio Bolívar y remitido al Hospital Central en donde falleció a las 11:30 de la noche.
El hecho ocurrió en la calle 10 entre 2 y 3 del Bolívar. La víctima residía en La Batalla.
En un segundo hecho fue ultimado Eduardo Andrés Romero Baldayo (31). El joven salió a las siete de la noche de su casa en la calle 3 entre avenida 1 y 2, del sector La Playa, de El Cují. “Pana, pana, no me vayas a matar”, gritaba Romero Baldayo y a su vez se escucharon tres voces distintas que le decían que se aguantara allí. Seguido de esto su sobrina escuchó cuatro disparos y al rato avisaron que su tío estaba herido.
Al salir, el cuerpo del hombre estaba a 10 metros de su casa y cerca sus llaves: no logró llegar a su hogar. Un tiro en la cabeza, en la nariz y clavícula le quitaron la vida.
Carlos Alberto García Giménez, de 27 años de edad, llamado Carlitos, era mecánico y estaba residenciado en Portachuelo, en Carorita al norte de la ciudad. El crimen se produjo a las dos de la madrugada de ayer en el sector La Segunda Bloquera de Portachuelo.