Aviones con asistencia de emergencia aterrizaron este lunes en Nepal para tratar de rescatar víctimas, en momentos que varios gobiernos y agencias prometen más ayuda.
El Banco de Fomento de Asia anunció el lunes la entrega de 3 millones de dólares a Nepal para ayudar a suministrar tiendas de campaña, medicinas, alimentos y agua. La institución también dijo que pondrá a disposición de Nepal 200 millones de dólares adicionales para proyectos de rehabilitación necesarios para reconstruir el país.
Por su parte, el gobierno de España planea enviar un avión con toneladas de ayuda donada por el gobierno y organizaciones de caridad, incluidos materiales para construir centros de almacenamiento y distribución de agua, tiendas de campaña, cobijas y cocinas portátiles para más de 500 familias.
Se esperaba que un avión de la Real Fuerza Aérea Británica cargado con material de ayuda llegara a Nepal el lunes. Voluntarios británicos ya están ayudando en las labores de búsqueda y rescate.
Los militares israelíes informaron que tres aviones llenos de asistencia ya han salido rumbo a Nepal y que se planean tres vuelos más en el futuro cercano.
Historias de supervivientes
Decenas de miles de familias durmieron al aire libre por segunda noche consecutiva, por temor a las réplicas del sismo. Hasta ahora, ha habido más de 100 nuevos temblores. Acampados en parques, plazas abiertas e incluso en un campo de golf, se tumbaron cerca de sus hijos pequeños o mascotas para soportar mejor las frías temperaturas nocturnas del Himalaya.
A medida que la primera luz del día se extendía por los lugares donde hay edificios derrumbados, voluntarios y rescatistas desplazaban con cuidado losas de concreto y ladrillos rotos que se mezclan con las humildes pertenencias de quienes allí vivían: ollas y sartenes, un cuaderno morado decorado con mariposas, un poster de un culturista enmarcado y zapatos.
«Es abrumador. Hay demasiado en lo que pensar», dijo Bijay Nakarmi, de 55 años, lamentando la muerte de sus padres, cuyos cuerpos fueron recuperados entre los escombros del que un día fue un edificio de tres plantas.
Este lunes por la mañana, algunas farmacias y tiendas de alimentos básicos abrieron sus puertas mientras panaderías empezaban a ofrecer pan fresco. Con las líneas eléctricas todavía caídas, conexiones telefónicas irregulares y casi sin acceso a internet, los residentes estaban especialmente ansiosos por comprar los periódicos de la mañana.
Rescatistas intentan llegar a más zonas
Los reportes recibidos hasta el momento por el gobierno y grupos de ayuda sugieren que muchas comunidades ubicadas en las laderas de las montañas están devastadas o intentando hacer frente a la situación. Udav Prashad Timalsina, el máximo funcionario del distrito de Gorkha, cerca del epicentro del sismo del sábado, dijo que necesitaban ayuda desesperadamente.
«Hay gente que no tiene alimentos ni albergue. He tenido informes de pueblos donde el 70% de las casas quedaron destruidas», explicó.
Timalsina dijo que en su región no se había recibido suficiente ayuda del gobierno central, pero Jagdish Pokhrel, un vocero de ejército claramente agorado, dijo que casi todos los 100.000 soldados de que dispone estaban implicados en operaciones de rescate.
La tragedia ha puesto una enorme presión sobre los recursos de este país pobre. La economía de Nepal, una nación de 27,8 millones de habitantes, se basa principalmente en el turismo de montaña y los ascensos al Himalaya.