A medida que pasan las horas, la cifra de muertos por el terremoto que el sábado castigó trágicamente al centro de Nepal se abulta con rapidez y también aumenta la desesperación por rescatar a quienes todavía están con vida bajo toneladas de escombros.
El más reciente reporte dado a conocer por el Ministerio del Interior nepalí da cuenta de 3,862 muertos, al menos 7,119 heridos y un número no determinado de desaparecidos. En todo caso, las autoridades asumen que las cifras seguirán aumentando. India reportó 56 muertes, y China otras 20, colocando la cifra total en 3,938 muertes.
Los nepalíes durmieron a la intemperie, en campos de refugiados improvisados, temblando con el aire helado de las montañas del Himalaya, pero al menos a salvo de la caída de escombros.
Y es que uno de los obstáculos a los que se enfrentan los rescatistas en su carrera contra el tiempo son las réplicas. Este domingo se registró otro sismo que alcanzó una magnitud de 6.7, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
“La gente corre y todo se está tambaleando”, contó Kushal Neogy, miembro del grupo de ayuda de los Servicios de Auxilio Católicos, en Katmandú, la capital de Nepal.
“Realmente se está sacudiendo muy duro y fuerte», dijo en vivo por CNN cuando la réplica sacudió la ciudad. Las sirenas sonaban y el polvo se levantó en el aire, agregó.
Al igual que muchas otras áreas de Nepal, Katmandú se enfrenta a un desafío colosal frente a la devastación causada por el desastre.
Calles enteras y plazas de la capital están cubiertas de escombros. El área metropolitana de Katmandú tiene una población estimada de alrededor de 3 millones de habitantes.
Aturdidos nepaleses vieron cómo los templos a los que habían acudido por generaciones se redujeron a montones de rocas y escombros.
Los lugareños y turistas buscan sobrevivientes entre lo que quedó de las edificaciones. En algunos casos, hubo júbilo cuando algunas personas fueron sacadas con vida, pero lo que hallaron, sobre todo, fueron cadáveres.
Los heridos son atendidos fuera de los hospitales que están desbordados. Multitudes de personas se agolparon en los centros de salud buscando a sus parientes desaparecidos.
Decenas de cadáveres fueron sacados de la Dharahara, la histórica torre de nueve pisos que se derrumbó durante el terremoto.
«Total o casi destrucción total»
Hasta ahora, la cifra de muertos «se basa principalmente en la información que tenemos de las principales ciudades,» dijo a CNN Lex Kassenberg, director de CARE International en Nepal. «Pero si nos fijamos en la dimensión del terremoto, muchas de las zonas rurales también fueron afectadas. La información que recibimos del terreno es que el 80% de las casas en esas zonas rurales han sido destruidas».
«La información sobre las áreas remotas fluye lentamente», dijo Devendra Singh Tak, de Save The Children, debibo a los caminos bloqueados y la inestabilidad de las comunicaciones.
También hay reportes de que villas enteras quedaron destruidas por el sismo o enterradas por las avalanchas.
«Algunos de los reportes iniciales que hemos escuchado es que las zonas cercanas al epicentro están en total o casi total destrucción», dijo Jeremy Konyndyk, director de la Oficina para la Asistencia Extranjera en Desastres para EU.
La Unicef dijo el domingo que casi un millón de niños en Nepal necesitan de ayuda inmediata.
China, India, Francia, Italia, Gran Bretaña, Canadá, Estados Unidos, Australia, Taiwán, Pakistán, los Emiratos Árabes Unidos, Israel y Suiza están entre las naciones que han enviado ayuda y equipos de rescate.