Neymar y Lionel Messi volvieron a marcar, Luis Suárez lució en ambos goles y el Barcelona venció 2-0 al Espanyol el sábado para asegurarse una semana más el liderato de la liga española, que comanda ahora con cinco puntos de ventaja sobre el Real Madrid por la 33ra fecha.
El Barsa, que sentenció el clásico ciudadano en la primera mitad y se sobrepuso a la expulsión de Jordi Alba a los 54 minutos para sumar nueve jornadas invicto, cuenta 81 puntos cuando le restan cinco choques para el final.
El Madrid, rival del Celta de Vigo al cierre del domingo, escolta con 76 unidades, mientras que el vigente campeón Atlético de Madrid ganó 3-0 al Elche con el tercer doblete seguido en liga de Antoine Griezmann (57 y 77) y es tercero con 72 puntos.
Griezmann sumó su gol 21 con un oportuno testarazo tras un rechace del arquero, y anotó desde el área chica su 22do, tras excelente jugada de Saúl Níguez. Raúl García (63), mediante zapatazo lejano, también vio puerta por el equipo del argentino Diego Simeone, que vio el partido desde la grada al estar sancionado, y el Elche es 14to.
La jornada sabatina se completa con los cotejos Getafe-Levante y Real Sociedad-Villarreal.
Neymar (17) abrió la cuenta por el Barsa y Messi (25) amplió con su 36ta diana liguera para acercarse un poco más al total de 39 que cuenta el madridista Cristiano Ronaldo, actual máximo artillero del campeonato.
El brasileño, por su parte, suma 19 en liga, apenas cuatro días después de anotar un doblete en la victoria por 2-0 sobre el Paris Saint Germain para clasificar a los azulgranas a las semifinales de la Liga de Campeones.
«Las sensaciones son buenas, pero de sensaciones no se vive. Cuentan los puntos y las victorias», declaró el técnico azulgrana, Luis Enrique. «Quedan cinco partidos clave y la actitud debe ser la misma. No me preocupa que los jugadores se relajen».
El Espanyol también vio como el mexicano Héctor Moreno se ganó la tarjeta roja en los descuentos, vio truncada una racha de seis fechas invicto y clasifica transitoriamente décimo.
El Barsa homenajeó el aniversario del fallecimiento de su técnico, Tito Vilanova, con una actuación sobrada ante el cuadro periquito, sin argumentos ni actitud para rebatir la avalancha de fútbol de los azulgranas.
Luis Enrique dispuso de su equipo de gala, salvando la inclusión del canterano Rafinha en la medular y dando descanso a Ivan Rakitic de cara a próximos compromisos, como la visita del Getafe el martes por la 34ta fecha.
Los visitantes se movieron con soltura desde el primer instante, hasta el punto de que los arabescos de Suárez, Messi y Neynar en posición avanzada parecían rutinarios. Mientras, el Espanyol perseguía sombras y, en las pocas ocasiones en que lograba hacerse con la pelota, tropezaba irremediablemente con ella.
La circulación era limpia para el Barsa, desde la defensa hasta el mediocampo, y brillante en los últimos tres cuartos de cancha, donde Neymar fue el primero en avisar con un remate raso bien tapado por Kiko Casilla.
El arquero blanquiazul empezó a sentir el agobiante preludio del alud en el siguiente cabezazo a quemarropa de Suárez; y nada pudo hacer a la tercera llegada del Barsa, con cruce de Alba, maniobra de distracción del uruguayo y remate final de Neymar.
El cuarto gol en cinco partidos del atacante brasileño confirmó la superioridad de su equipo y el dominio de la escena de Messi en su papel de creador, con pases bombeados a la espalda de los zagueros que sus compañeros recolectaban con sumo gusto e ideas traviesas.
Suárez se encontraba como pez en el agua en el rol de hombre referencia, capaz de ofrecerse, asociarse y descargar como hizo en el gol de Messi, hábil para empujar a la red el generoso pase del uruguayo, pese al escaso ángulo desde el segundo poste.
Aturdido y magullado, el Espanyol alcanzó a duras penas el descanso, feliz de que Casilla salvara el tercer tanto en zapatazo de Neymar, tras otra gran dejada de Suárez.
La tónica siguió nada más reanudarse el encuentro, cuando el brasileño perdió un nuevo mano a mano con el arquero, pero entonces Alba le complicó el partido al su equipo con una innecesaria expulsión por reiteradas protestas.
Ello no fue impedimento para que Suárez siguiera luciendo como asistente, pero Messi apuntó al poste en escapada y Neymar, con todo a favor, remató incomprensiblemente por encima del travesaño.
El error del brasileño pareció animar al Espanyol, pero la superioridad numérica tan solo le sirvió para mimetizar el fallo con dos pobres definiciones del uruguayo Christian Stuani, ingresado de suplente.