Grupos estudiantiles, personalidades públicas e instituciones pertenecientes a la sociedad civil, se han dirigido constantemente a las instalaciones del diario El Carabobeño, para expresar su respaldo e inconformidad ante la crisis por la falta de papel que arriesga el trabajo de las 308 personas que allí laboran.
Así lo expresó Carolina González, jefa de Redacción del rotativo ubicado en la ciudad de Valencia, quien recordó que la Corporación Editorial Alfredo Maneiro, única en Venezuela encargada de suministrar papel y a cargo del gobierno, solo ha dicho “no tener papel” y el último despacho al periódico lo realizó antes de Semana Santa.
A su vez, explicó que de no ser otorgada la materia prima necesaria para esta empresa, no podrán continuar circulando, porque comprar el papel a precio de dólar libre, “no es soportable para la estructura de costos del periódico”.
Por ello, los trabajadores del medio han optado por reducir desde hace un mes su cantidad de páginas “de 48 a 32”, así como el tiraje.
Actualmente se encuentran imprimiendo con papel de mayor gramaje y calidad, que emplean para “la revista dominical y ediciones aniversarias”.
Poco más de un mes
González manifestó que tienen reservas para imprimir sus ediciones durante “poco más de un mes”. Sin embargo, aseguró que no permitirán que el periódico cierre y de ser necesario analizarán el escenario en busca de alternativas para disminuir más páginas y tiraje, pero continuarán circulando lo máximo posible, “trabajando en función de informar a la gente, aunque sea con una sola página”.
De igual forma, cuestionó la situación del “anuncio del aumento de las ediciones de tiraje” del diario Ciudad Valencia, el cual forma parte de una propuesta del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci), afirmando que es un tema de libertad de expresión: benefician a unos diarios más que a otros.
Pancartazo
La mañana de ayer estudiantes de diversas universidades y trabajadores de El Carabobeño, se reunieron en las afueras del periódico para realizar un pancartazo. En medio de consignas, afiches y el tráfico vehicular, expresaron su incorfomidad ante la situación. Además, estudian algunas acciones como la introducción de una demanda en los tribunales por violación de los derechos de trabajadores y lectores.