Ensenada parecía el jueves un pueblo fantasma, después de que casi todos sus 1.500 habitantes huyeran a terreno más seguro tras las dos erupciones del volcán Calbuco, ubicado a unos 30 kilómetros de Puerto Montt y Puerto Varas, distantes unos 1.000 kilómetros al sur de Santiago en Chile.
A los pies del volcán, el poblado de Ensenada quedó cubierto por una gruesa capa de ceniza, planteando el temor de que pudiera contaminar el agua y provocar enfermedades respiratorias. Algunos tejados se derrumbaron bajo el peso del material arrojado por el volcán.
Treinta habitantes se negaron a evacuar temiendo por sus viviendas y sus animales, indicaron las autoridades. No se registraron heridos en la zona, y la única persona desaparecida tras las erupciones fue localizada el jueves.
Las autoridades evacuaron a 4.000 personas de las comunidades vecinas y cortaron el acceso a la zona en torno al volcán, que se encuentra cerca de las poblaciones de Puerto Varas y Puerto Montt, unos 1.000 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
La presidenta, Michelle Bachelet, que visitó la zona el jueves, declaró estado de emergencia.
El viento llevó cenizas hasta Argentina: en Villa La Angostura, una pequeña localidad unos 90 kilómetros al norte del Calbuco, autos y calles quedaron cubiertos por una capa de ceniza.
Nuevas erupciones
El proceso eruptivo del volcán Calbuco, que estalló sorpresiva y violentamente el miércoles, puede durar semanas y meses porque la estructura volcánica debe adecuarse, lo que necesariamente provocará nuevas erupciones, advirtió el viernes el jefe del Servicio Nacional de Minería y Geología chileno, Rodrigo Álvarez.
«Estamos en una plena crisis del volcán, no ha terminado el proceso eruptivo, está en alerta roja. Es una situación que es compleja», afirmó Álvarez.
La madrugada del viernes no se observó, a simple vista, actividad en el volcán, pero en las primeras horas de la mañana el cono volcánico empezó a expulsar una nueva fumarola de humo y cenizas.