La compañía estatal brasileña Petrobras reconoció el miércoles que restará unos 2.100 millones de dólares de sus cuentas debido a pérdidas a lo largo de ocho años en un enorme caso de corrupción descubierto dentro de la petrolera.
Mario Jorge Silva, gerente de desempeño de Petrobras, dijo que el cálculo se hizo sobre la base de información proporcionada por la procuraduría federal y contratos que las empresas acusadas firmaron con la compañía en una inmensa trama de sobornos.
Petrobras indicó que está tomando las medidas necesarias ante las autoridades para resarcir los daños, aunque no ha recuperado la cantidad relacionada a los sobornos. Analistas concuerdan que la divulgación de los resultados es el primer paso para que la compañía recupere la credibilidad en los mercados financieros.
Adicionalmente, este miércoles un juez federal de Brasil declaró culpable por lavado de dinero y corrupción a un ex director de Petrobras que fue el principal delator de ilegalidades dentro de la petrolera estatal.
El juez Sergio Moro sentenció a Paulo Roberto Costa, ex director de refinería, a siete años y medio en reclusión, la cual cumplirá en su domicilio. La condena podría ser suavizada aún más por haber cooperado con pruebas y declaraciones a la fiscalía para armar el caso.
En la denominada «Operación Lava Coches», investigada por la procuraduría, varias empresas de construcción e ingeniería enfrentan cargos por supuestamente pagar millones de dólares en sobornos a cambio de contratos con Petrobras a costos inflados. Decenas de hombres de negocios han sido detenidos y más de 50 políticos están sujetos a una investigación. Se presume que parte del dinero se canalizó al gobernante Partido de los Trabajadores para usarse en campañas políticas.
El escándalo ha impactado los índices de popularidad de la presidenta Dilma Rousseff, quien dirigió el Consejo de Administración de Petrobras en el período que abarca la investigación.