Madrid llamó este miércoles a consulta a su embajador en Caracas, en una nueva escalada entre los dos países, después que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusara al jefe del gobierno español de apoyar una «conjura» internacional para derrocarlo.
«Los calificativos que utilizan las autoridades (de Caracas), nunca el pueblo venezolano, son absolutamente intolerables», dijo el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, a los medios en los pasillos del Congreso.
El martes, el presidente venezolano acusó al jefe del gobierno español Mariano Rajoy, de estar «detrás de una conjura internacional para derrocar el gobierno constitucional que presido».
Maduro insistió en que Rajoy colabora con el «terrorismo» en Venezuela y que desde España «se financia y se apoya logística y diplomáticamente» una «conspiración». Añadió que Rajoy pertenece a «un grupo de corruptos, de bandidos y de ladrones».
La llamada a consultas, una dura respuesta en diplomacia sólo un paso por debajo de la retirada del embajador, supone un nuevo paso en los desencuentros entre los dos países, que volvieron a tomar altura desde que el pasado día 15 cuando el Congreso de los Diputados español pidió la «liberación inmediata» de Leopoldo López y Antonio Ledezma, así como de otros políticos encarcelados en el país.
A esto se suma la declaración del parlamento venezolano de persona “non grata” al exjefe del gobierno español Felipe González, quien anunció en marzo que se incorporaba activamente como asesor a la defensa en tribunales de López y Ledezma.