Representantes del sector construcción dicen desconocer la metodología de trabajo planteada por el Gobierno nacional, a través de la Gran Misión Vivienda, para la construcción de una casa en tres minutos, lo que se traduciría en 20 casas por hora y en 175.200 por año.
No niegan la posibilidad de sumarse a dicho ritmo de trabajo, en caso que la propuesta les sea presentada, siempre que se garanticen las condiciones necesarias.
Frank Mendoza, presidente de la Cámara de Construcción en Lara, señaló al respecto que dichos resultados dependen del sistema productivo que se esté ejecutando, el cual aún no conocen.
“Es una situación interesante, porque si se están construyendo esa cantidad de viviendas en ese tiempo, debe hablarse de un sistema productivo eficiente, que se debe potenciar”.
Indicó en representación del sector privado estar interesados en conocerlo.
Al consultarle si estas cifras son reales o posibles, señaló que “si el gobierno lo dice, sabrá por qué” y que la experiencia actual arroja la necesidad de abordar sistemas de trabajo eficientes, puesto que el sector vivienda requiere de un impulso contundente.
Promesa de construcción
En este sentido, Héctor Contreras, presidente del Sindicato Único de la Industria de la Construcción en Lara (Suticel), señaló que la promesa de la Gran Misión Vivienda de construir, al rededor de 30 mil unidades habitacionales, no sólo pareciera una meta imposible de alcanzar, debido a las dificultades presentes en la obtención de materiales para la construcción, sino también una “promesa electoral” que juega con la ilusión de quienes requieren estas.
Refirió que el sector construcción en general, y no sólo el apartado vivida, registra una grave problemática, ya que también deben superar trabajas para la permisería (que ahora sólo es otorgada desde Caracas), dotación de servicios e invasiones.
Sobre la propuesta de la Gran Misión Vivienda, Contreras comentó que si bien este es un programa con una loable labor, “existe un largo trecho entre el dicho y el hecho”, ya que en Lara existen 65 proyectos habitacionales, pero estos no avanzan como se espera.
Como ejemplo citó las Torres del Sisal y la comuna Ché Guevara. Asimismo se preguntó, cuándo arrancarán los trabajos para la construcción de viviendas en Villa Productiva, lo que podría representar unas 17 mil soluciones habitacionales para Lara.
“Se quedan en puro movimiento de tierra, pero no trabajan en la adaptación de los terrenos para la dotación de servicios”, comentó Contreras, quien señaló que este proceso tarda aproximadamente seis meses, por lo que restarían menos de tres meses para que los encargados de la construcción realicen la obra civil, lo que en proyecciones es prácticamente imposible.
Mendoza coincidió en este punto al afirmar que el calendario 2015 podría quedar corto, para la culminación de la meta propuesta por el Ministerio de Vivienda.
Ambos expertos recordaron que las 4.300 viviendas de Aves de Yucatán, hoy urbanización Alí Primera, fueron construidas en un periodo mayor a tres años.
Sin insumos para construir
Mendoza comenta que el sector construcción está en la capacidad técnica y logística de construir más de 30 mil viviendas, pero debido a las problemáticas en 2014 sólo alcanzaron a entregar 12.000 unidades.
Por su parte, Contreras comentó que esto se debe al “deterioro y semiparalización de todas las empresas básicas, productoras de los insumos, que luego de sus intervenciones, producen al 40% de su capacidad operativa”.
Señaló que no encuentran insumos tan sencillos como el alambre y los clavos.
En este sentido, reconoció el trabajo de la Misión Barrio Tricolor, que ha propuesto la dotación de equipos para el sector. No obstante, señala que sin insumo esto no representaría avance alguno.
Como lo hace el gobierno
Mendoza comentó que el gobierno es quien maneja la distribución de acero y concreto. Sin embargo, no cumplen con los cronogramas de distribución, ni siquiera para las obras de la Gran Misión Vivienda. Dichos retrasos representan pérdidas algunas veces irreparables.
Asimismo destacó que el programa del Ejecutivo presenta como costos de vivienda, cifras que oscilan entre los Bs. 960 mil y Bs 1.150.000. Sin embargo, esta estructura no es compatible con el sector privado, que ya no puede aplicar a políticas de preventa y sólo tiene acceso a créditos de hasta el 70% del valor del proyecto, por lo cual deben financiar por cuenta propia el 30% restante.
A esto suman los altísimos intereses para pagar a los bancos.
Adscritos a la misión
Asimismo, Contreras sostuvo que los trabajadores del sector construcción adscritos a obras de la Gran Misión Vivienda, han denunciado laborar bajo condiciones inaceptables. “Presentan la figura de Gerencia Técnica y con eso flexibilizan las condiciones socioeconómicas de la convención colectiva… El Estado como patrón debería proteger al trabajador, pero los explota descaradamente con anuencia de los entes que rigen la materia laboral”.
Agregó que en Lara, de 20 mil hombres activos para el trabajo de construcción, sólo están en ejercicio cinco mil, quienes además laboran bajo condiciones inaceptables.
“Anteriormente, nuestro sueldo base era 35% mayor al Salario Mínimo Nacional. Pero ahora estamos arropados como otros sectores”, comentó el representante de Suticel, quien recordó que el trabajo de construcción es mucho más exigente que otros oficio, razón por la cual sus salarios eran mayores.
