La obra póstuma del doctor Francisco Cañizales Verde se bautizó y presentó este domingo 19 de abril en el Centro de Historia Larense.
Durante el emotivo acto, al que asistieron distintas personalidades de la ciudad, familiares y allegados del historiador, se escucharon sentidas palabras en reconocimiento al legado del escritor, docente y columnista.
El ingeniero Raúl Azparren, vicepresidente de la Fundación Amigos del Casco Histórico, se refirió a la trayectoria y trascendencia de Cañizales Verde. El doctor Reinaldo Rojas, hizo lo propio.
Rojas, dijo sentirse emocionado por participar en este encuentro.
“Cañizales Verde fue un caballero, don que se ha perdido. No existe institución en la cual no haya hecho vida. En todas partes tuvo presencia. Fue un hombre público, en el amplio sentido de la palabra. Un luchador democrático. Al llegar a Lara, a sus 24 años, se transformó en escritor, historiador, profesor universitario, periodista y director del Centro de Historia Larense”.
Su obra póstuma, es un hijo espiritual de su intelecto.
El doctor estuvo permanentemente vinculado al mundo de la cultura, al quehacer de Barquisimeto, apoyó la creación desde diversos ángulos.
A su biblioteca, dijo, acuden numerosos estudiantes, donde reposa cuantiosa información vinculada a la Independencia de Venezuela.
“Fue un gran promotor. Muy dado a la amistad. Cuando tocábamos todas las puertas sin ninguna respuesta, el doctor nos tendía la mano”.
Cañizales Verde llevó a cabo una revisión del proceso independentista, de allí su libro sobre José Ángel Álamo, prócer civil barquisimetano.
Álamo fue una figura vinculada a Simón Bolívar. El mejor reconocimiento para un escritor es reconocer su obra, darle continuidad a ese legado. Álamo y Cañizales Verde se unen en esa búsqueda de la Venezuela posible”.
Su hija, Elsy Rodríguez, expresó su más sincero agradecimiento.
“Con este acto sé que mi padre supo entrar en los corazones de mucha gente. Mientras se difunda su obra su existencia no tendrá fin. Sigamos recordando a papá “.
La Estudiantina de Lara dedicó cuatro piezas musicales a la audiencia.
San Trifón y Como llora una estrella de Antonio Carrillo, Noche Larense de Juan Ramón Barrios y el golpe La Morenita, deleitaron a la audiencia. Finalmente, fue bautizado el título con numerosos pétalos de rosas.