Muchos se dice de si Venezuela es realmente rica o no. Su economía es monoproductora y está basada en la importación de petróleo.
Pero, qué ocurre cuando el precio del barril sufre estrepitosas caídas a nivel internacional. Venezuela no puede controlar el valor del barril de petróleo, por tratarse de un amplio mercado mundial, por lo cual su economía depende entonces de la oferta y la demanda extranjera.
Si bien la historia del país ha registrado lucrativos periodos económicos con un precio de barril de petróleo superior a los $100, también ha pasado por etapas donde el valor de este ha sido inferior a los $50, lo que genera un descontrol presupuestario y situaciones de crisis económica.
Pero, si se traslada esa situación a una familia, donde existen meses muy productivos y otros no tanto, qué sería lo más conveniente.
Tanto expertos como ciudadanos de a pie consideran que lo propio es crear fondos de reserva, ahorrar en los momentos buenos, para contar con dinero en los malos; es un pensamiento propio de la familia venezolana, que pareciera no haberse aplicado para reguardar el futuro de la gran familia que es Venezuela.
Hasta 1999 el Fondo de Inversión y Estabilización Macroeconómica (FIEM), registraba un haber de $7 mil millones. Pero ahora sólo cuenta con $3 millones; dinero que según la teoría y su fundamento de creación, amortiguaría y atenuaría el impacto económico generado en una posible caída en los precios del barril de petróleo.
La presente semana el precio de este oscilaba entre los $50 y $59. Pero el país pareciera no contar con reservas suficientes, ni estar en condiciones para crear un fondo de ahorros que ayude a combatir la presente situación.
Sobre este respecto se expresaron los economistas Maxim Ross y Aníbal Peña Javitt, quienes advirtieron que todo país productor de petróleo cuenta con un fondo de reservas, expresado en moneda extranjera, con excepción de Venezuela.
Ross lamentó que Venezuela no tenga un fondo de reserva, ya que la historia y experiencia internacional han demostrado que este es necesario, a fin de evitar crisis como la que actualmente vive la nación.
Como ejemplo de buenas prácticas, citó el caso de Noruega país que actualmente tiene reservado $800.000 millones, dinero que se proyecta sea empleado en momentos de crisis.
“Son países serios y responsables con su ciudadanía, resguardan el presente pero también el futuro… Si nosotros hubiésemos tenido una reserva decente no se estarían dando el desabastecimiento, recorte del cupo viajero y otros”, señaló.
Venezuela solo cuenta con fondos de gasto y no reservas, puesto que el dinero allí contenido ha sido inmediatamente empleado en construcción de viviendas, planes de alimentación y otros, lo que ha dejado al país sin ahorros para casos de emergencia.
Así lo consideró el economista Ross, quien apuntó que el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), creado por el fallecido presidente Hugo Chávez, carece de un sentido de ahorro.
Vale destacar que según Javitt, a través de esta figura se manejó en la presidencia de su fundador $119 mil millones, en proyectos, muchos de los cuales aún no se han culminado.
Javitt recordó que esta figura fue creada para la inversión en los sectores salud y educación, sin embargo, dicho fundamento ha sido desvirtuado. Además la figura ha sido empleada para gastos en el interior del país, por lo que no se explicaría porqué un fondo asentado en dólares podría tener un gasto en bolívares.
Se desconoce la cantidad de dinero con que pudiese contar Venezuela si se hubiese apelado al fondo de reservas, pero hasta 1990, en el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM), el país alcanzó a ahorra $ 9.000 millones; esta figura pareciera haberse estimado sólo para gastos, pero no para ahorros durante los gobiernos socialistas del siglo XXI.
Para el “despilfarro” de estos recursos, comentó Ross, el Gobierno empleó una tesis “simplista”. Dijo que no tenía sentido tener reservas de dinero cuando el pueblo se estaba muriendo de hambre.
“El argumento es real, porque el pueblo no puede morir de hambre, pero no haber tomado medidas para el futuro, que es nuestro ahora, hace que la gente se siga muriendo de hambre… Fue un criterio muy miope, con el que se gastaron las reservas y en este momento no hay ahorros”.
La actual situación económica del país no permite actualizar los fondos de reservas.
Venezuela sí tuvo reservas
El país cuenta con un Fondo de Inversión y Estabilización Macroeconómica (FIEM), pero a este no se lleva dinero.
La figura se denominó de esa manera en la última presidencia del Rafael Caldera, pero fue Carlos Andrés Pérez, quien por el incremento en el precio del barril de petróleo, propuso un fondo de inversión para represar el dinero excedente allí; el objetivo era hacer uso de este en caso de emergencia.
Al explicar la historia, Javitt destacó que fue con este dinero que se financiaron obras de carácter productivo, como las industrias básicas del país. Dicho fondo también fue destinado para inversiones en el exterior, a fin de que este generara intereses en moneda extranjera. Pero, paralelo a esto, el precio del petróleo bajo, y Venezuela, por tener todas sus reservas invertidas, no tuvo cómo hacer frente a la crisis, por lo cual debió solicitar créditos a los mismos países donde se había hecho la inversión, a tasas diferentes; la situación generó molestia general.
Luego, con el presidente Caldera, se llevó el dinero excedente al FIEM, donde se llegó a ahorra $ 7.000 mil millones, monto que fue utilizado en el gobierno de Chávez, hasta dejarlo en un saldo de $3 millones de dólares.
El dinero excedente fue importado a otras figuras de ahorro como el Fondo Bicentenario, Fondo Independencia, Fondo Miranda, Fonden y otros; los cuales a su juicio, se han manejado en paralelo con el presupuesto nacional, con lo que se estaría violentando la unidad del tesoro, que refiere que todo el dinero excedente debería ir a una misma reserva, para garantizar el control de estos, bajo un criterio legal y no presidencialista.
En su opinión el dinero no fue llevado al FIEM, puesto que según ley debían cumplir una serie de requisitos legales para su ejecución, que no estaban dispuestos a presentar, por lo cual la creación de otras figuras tendría primeramente un sentido de evasión.
Negociar el oro
Sobre la intención del Banco Central de Venezuela (BCV) de negociar las reservas internacionales de oro, aún depositadas en el Banco de Inglaterra, a objeto de obtener con esto fondos frescos para costear las importaciones de alimentos y medicina, Ross refirió que dicha medida representaría una “muy mala señal”.
Para justificar su punto, explicó que esta situación sería similar a la de una familia que no ahorró para casos de emergencia y que en momentos de crisis debe vender la casa o el carro.
“Esto sólo indica que el Gobierno se ha equivocado en sus políticas económicas, en especial en la política de gastos, que desde un principio ha sido errada”.