Dos sujetos fueron capturados por el Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Lara, por presuntamente haber asesinado a dos personas, una en Carora y la otra en Barquisimeto.
El Jerry, líder de una banda criminal que lleva su apodo, y cuyo nombre de pila es Jerry Alberto Camacho Pinto, fue capturado el pasado miércoles en la calle 16 de la urbanización Francisco Torres, de Carora, municipio Torres.
El Jerry estaba solicitado por dos tribunales y en octubre de 2008 fue acusado por tribunal de primera instancia en función de ejecución Nº 1 a 16 años y seis meses de prisión por la comisión del delito de homicidio calificado, previstos y sancionados en el artículo 406 Ordinal 1º del Código Penal. Su pena la cumplía en el Internado Judicial de Yaracuy, mejor conocido como La Cuarta.
Sin embargo, desde el 17 de abril de 2013, gozaba de libertad condicional porque iba a trabajar en una licorería, según reza en los archivos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
En otro procedimiento, se conoció extraoficialmente que los sabuesos del Cicpc, aprehendieron en El Cercado a Oswaldo Kleiber Álvarez Brizuela, quien estaba solicitado por el juzgado primero de control por el homicidio de Pedro Gerardo Bejarano Puertas, perpetrado en la avenida Don Pío Alvarado de Chirgua, en Barquisimeto el 15 de mayo de 2014. El móvil del hecho fue la venganza, pues al parecer tenía viejas rencillas, y cuando se vieron, discutieron y el homicida le propinó unos disparos.
Para el momento del hecho, una de las allegadas de la víctima, identificada como Noralis Barradas, narró que «él llegó (el sábado 10 de mayo de 2014) de Caracas, vino a pasar el Día de las Madres y a traerle dinero a la familia. Ya tenía tiempo trabajando como comerciante en el mercado de El Cementerio, pero durante cuatro días se desapareció. No sabíamos nada”.
La dama comentó que la noche de homicidio escucharon cerca de su casa unos tiros y después los rumores que habían matado a alguien, pero como esa zona es tan insegura y sin iluminación, prefirieron no acercarse, “lo llamábamos al celular y no contestaba”.
Después que leyeron el periódico comenzaron a sospechar, “era un hombre que no tenía problemas con nadie ni legales, era el mayor de tres hermanos, nunca estuvo preso ni poseía registros policiales”, comentó la mujer.