El 19 de Abril de 1810 marca el inicio del calendario patriótico del país debido a la relevancia de los hechos que se registraron ese día en Caracas, los cuales estuvieron precedidos y seguidos por un debate de tipo político y filosófico, en un contexto de cambios universales.
El día se conmemora debido a la iniciativa de celebración que registraron los caraqueños de la época al cumplirse el primer año del acontecimiento que dio pie a la conformación de un gobierno autonómico no independiente.
Según el doctor en historia, Reinaldo Rojas, ese día “se desarrolló una sesión extraordinaria y ampliada del Cabildo de Caracas, en la que participaron ciudadanos influyentes de la época, para debatir asuntos relacionados con la situación de la monarquía española, suscitados a raíz de las denominadas abdicaciones de Bayona, en las que el rey Fernando VII supuestamente había cedido territorios a favor de Napoleón Bonaparte”.
Para esa fecha, la Capitanía General de Venezuela se encontraba bajo la dependencia de una monarquía sin rey, cuyo paradero era desconocido, y en la península o territorio español se habían conformado Juntas Defensoras de los Derechos del Rey, partir del año 1808.
El 19 de Abril, hace 205 años, se produjo entonces un acto de lealtad a la monarquía, frente a la Revolución Francesa, porque gracias a la influencia de hombres como Juan Germán Roscio y el padre José Cortés de Madariaga, se logró la conformación de la Junta Suprema de Caracas en Defensa de los Derechos del Rey Fernando VII y en rechazo a la autoridad de José Bonaparte.
“Simbólicamente es el inicio de la independencia y desde el punto de vista del poder del Estado, podría decirse que es el día del Cabildo, porque este es el que asume el poder inicial en Venezuela”.
Para el historiador Rojas, los civiles que actuaron ese 19 de Abril y en los acontecimientos posteriores que dieron paso a la declaratoria de Independencia del 5 de Julio de 1811 y a la aprobación de la primera Constitución Nacional (el 21 de diciembre de 1811) son los verdaderos protagonistas de la fundación de nuestra nacionalidad.
“Ese movimiento tuvo una importancia continental, los hechos no solo fueron impulsados por el padre Cortés de Madariaga como dice la historia épica que enseñan en las escuelas, en la que se alude a un acto en una plaza en el que el sacerdote incitó al pueblo para que rechazara al capitán general de Venezuela, el español Vicente Emparan. La realidad es que existían argumentos para un cambio, entre ellos el hecho de que no había un gobierno en España y las abdicaciones no eran claras”.
En efecto, se demostró la premisa de que la “soberanía reside en el pueblo”, dada la conformación de las denominadas Juntas Defensoras de Fernando VII, que desde 1808 se dispersaron por todo el territorio español y sus colonias americanas.
“Las Juntas españolas solicitaron que mientras se resolvía el conflicto, la representación fuese asumida por los Cabildos de cada una de las provincias y eso fue lo que se hizo en Caracas, con Germán Roscio a la cabeza”, puntualiza Rojas. De allí que no fue necesario ser independiente para conformar un primer gobierno autónomo. Sin embargo, al hacerlo, la independencia se transformó en una necesidad para mantener esa nueva forma de gobierno.