El Gobierno español confía en que el embajador de Venezuela haya tomado «buena nota» del «malestar» que causaron los «insultos» de su presidente, Nicolás Maduro, hacia el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que «no contribuyen a un mínimo entendimiento» que, para España, «es imprescindible»
Así lo dijo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras la reunión semanal del Gabinete al ser preguntada por el cruce diplomático entre ambos países tras la aprobación en el Congreso de los Diputados de una proposición no de ley en defensa de los derechos humanos y la democracia en Venezuela.
La vicepresidenta recordó que se trata de una decisión del poder legislativo español en la que, entre otros, estuvieron de acuerdo los dos principales partidos del país, el PP (centroderecha) y el PSOE (socialistas).
Ha señalado además que la reacción de «algunos cargos» en Venezuela, con «insultos» que España consideró «intolerables», provocó que se convocara al embajador de ese país en Madrid «para darle traslado de ese malestar».
«Espero que haya tomado buena nota y lo comunique a sus autoridades», ha agregado Sáenz de Santamaría, quien insistió en que ese tipo de declaraciones no contribuyen al entendimiento con Venezuela que, para España, es «imprescindible» dados los numerosos lazos que unen a ambos países.