Hoy a las 7:30 de la noche se presentará en el Colegio de Médicos del estado Lara y en ocasión del quinto aniversario de los Lunes Culturales de la Unoes, el unipersonal Un gocho en la Unión Soviética, protagonizado por Carlos Eduardo Triana, quien paseará a la audiencia por una serie de cuentos y relatos basados en su experiencia personal.
El vuelo de la cigüeña, El gocho parte para la Unión Soviética, Mi reloj Orient y encuentro con el tiempo, Las hallacas de mamá en la URSS, Mis éxitos de la lengua rusa, Abuela iracunda en el metro de Moscú, Encuentro del negro y el blanco, La matrioska de la vida, Vicisitudes de mi maleta de cuero de camello y El gocho regresa a su tierra, son las historias que encarnará el protagonista, cargadas de mucho humor y reflexión.
En esta divertida propuesta el narrador recrea episodios y anécdotas de la vida diaria de un bachiller andino, quien para enfrentar el futuro decidió conocer una sociedad diferente. Para cumplir ese objetivo el estudiante aceptó una beca para cursar ingeniería de obras hidráulicas en las gélidas tierras soviéticas.
Triana, quien lleva cuatro años en la Escuela de Narración Oral de la Unoes, explicó que la experiencia con dicha institución cultural ha sido excelente, ya que en su interior tenía represadas una serie de inquietudes.
“Siempre me ha deleitado la literatura, el cuento y la narración. Me siento muy satisfecho por incursionar en el teatro y las artes escénicas, lo cual ha sido muy enriquecedor”. En su visita al periódico dijo que la obra es el reflejo de varias obras que ha escrito. “Estudié ingeniería de obras hidráulicas durante siete años y a lo largo de ese tiempo viví distintas experiencias a partir del idioma, las costumbres, las vivencias, el corazón del pueblo, el folclore y la música de la Unión Soviética”.
Añadió que desde siempre tuvo la necesidad de comunicar esas vivencias. Triana, natural de Pamplona (Colombia), estudió toda la primaria en Mérida y luego se fue a la URSS.
“El mensaje es que uno en la vida tiene que ser muy equilibrado tanto en las opiniones como en los juicios que emitimos. Nada es blanco o negro, todo tiene sus matices. El objetivo de la vida es la convivencia, buscamos la felicidad y en ese sentido, no podemos aportar elementos que generen más penurias”. La matrioska, esa muñeca colorida, abrigada, amigable y adornada, simboliza la vida y juega un papel importante durante el montaje.