Señalamientos contra los “raspa cupos”, como causante de la actual crisis económica y escasa disponibilidad de divisas, generan versiones encontradas entre especialistas de la materia.
Es el caso de Aníbal Peña Javitt y Luis Oliveros. El primero refiere que el dinero obtenido por la venta los dólares ingresados al país, y que no tiene ninguna justificación productiva, acentúa la inflación y por tanto la crisis económica, mientras que el segundo, asegura que los “raspacupos”, son sólo una consecuencia de la generación de “incentivos perversos”, al abrir la posibilidad en el mercado de adquirir dólares en Bs. 12,30 y poderlos llevar a un mercado paralelo a más de Bs 200.
De igual manera, Oliveros sostiene que esta figura no tiene incidencia en la economía del país, puesto que el verdadero problema es la falta de divisas. “Es como creer que el bachaquero es el culpable del desabastecimiento, cuando realmente existe una nula producción y problemas con la importación.
Asimismo, Peña Javitt detalla que si bien la asignación en divisas por esta vía sólo representa el 1% del total y esta cifra pareciera insignificante, de ese porcentaje el 70% de los viajeros son posibles “raspa cupos”, mismos que con una pequeña “inversión”, como muchos lo señalan, pueden obtener una utilidad de más de Bs. 300.000, los cuales son gastados en un mercado con exceso de liquidez monetaria y sin producción de ningún tipo.
Mientras Javitt llamó a este dinero “inorgánico”, el economista Oliveros señaló que este término tiene cuarenta años en desuso y que el verdadero problema son las erradas políticas gubernamentales, entre estas el control cambiario.
Si bien Javitt no señala a los “raspacupos” como responsables de la actual situación, refiere que su participación en la economía, con la venta de los dólares, intensifica la distorsión económica que ya existe y, por tanto, incrementa el proceso inflacionario.
En este sentido, Javitt consideró que las recientes medidas tomadas por el Gobierno, de reducción y mayor control en el uso de divisas para viajeros, producirán una desaceleración en esta actividad, que genera un dinero el cual no circula sanamente ni se invierte en las bases de producción, por lo cual deteriora la economía del país.
Por su parte Oliveros calificó el recorte de divisas como “estúpido”, puesto que no soluciona el problema de fondo.