La Comisión Europea pasó este miércoles a la ofensiva contra el gigante Google, al que acusó de posición dominante con su motor de búsqueda en internet, e inició una investigación sobre el sistema operativo Android por sospechas de que vulnera las reglas de competencia comunitarias.
La acusación de la Comisión en contra de Google por abuso de posición dominante por su motor de búsqueda, expone al grupo estadounidense a una multa de hasta 6.000 millones de dólares.
«Temo que la empresa haya aventajado injustamente a su propio sistema de servicio de comparación de precios, vulnerando las reglas de la UE en materia de abuso de posición dominante», declaró la comisaria europea a cargo del caso, Margrete Vestager.
La Comisión reprocha a Google que ponga en evidencia sus propias páginas de servicios de comparación de precios o sitios especializados en viajes en su motor de búsqueda en detrimento de los motores de búsqueda de sus competidores como Bing de Microsoft.
La investigación sobre el motor de búsqueda de Google había comenzado en 2010. Durante años, el excomisario de Competencia, Joaquín Almunia, buscó vías conciliatorias pidiéndole a Google proponer soluciones, que la Comisión enmendó en tres ocasiones.
El gigante estadounidense, cuyo motor de búsqueda concentra el 90% de las búsquedas en internet en Europa, reaccionó airadamente.
Google, en desacuerdo
«Estamos respetuosa pero firmemente en desacuerdo» con la notificación de la Comisión, indicó el grupo en su blog oficial calificando como «erróneas» las acusaciones.
«El objetivo de la Comisión es aplicar las reglas europeas (…) de manera tal que las empresas que operan en Europa no priven artificialmente a los consumidores europeos el más amplio abanico posible de opciones o no obstaculicen la innovación», dijo Vestager en conferencia de prensa.
Google tiene ahora diez semanas para responder y, de confirmarse que está en falta, la Comisión podría imponer una multa a la empresa de hasta 10% de su volumen de negocios, que en 2014 ascendió a 66.000 millones de dólares, aunque ambas partes pueden llegar a una solución que reduzca el monto de la multa si la compañía estadounidense coopera.
«Si la investigación confirma las sospechas, Google deberá asumir las consecuencias jurídicas y modificar la manera en que lleva a cabo sus actividades en Europa», estimó Vestager precisando que una notificación de las imputaciones «es una invitación para tener una audiencia e invito a Google a utilizar todas las oportunidades» de ahora en más.
Google fue blanqueada hace dos años por las autoridades estadounidenses de competencia por los mismos cargos. Las autoridades se conformaron con un compromiso de buena conducta. La Comisión Federal de Comercio estadounidense (FTC) cerró entonces la investigación por vulnerar las reglas de competencia afirmando que no halló pruebas de abuso de posición dominante en las búsquedas de su motor.
La decisión de la Comisión fue aplaudida por los querellantes de Google. FairSearch, que representa a Microsoft, Oracle, Expedia o TripAdvisor, estimaron que «crea un precedente» para tratar mejor las prácticas de Google. Icomp, otra organización querellante, saludó «una decisión valiente» frente a un grupo que «se cree por encima de las leyes».
En una declaración por separado, Microsoft, otro gigante de la informática e internet multado en el pasado por la Comisión Europea por más de 2.300 millones de euros por una serie de casos de competencia desleal, indicó que «toda compañía debe obedecer a las mismas reglas».
El grupo Open Internet Project (OIP), un lobby que combate a Google en el Viejo Continente y del que forman parte empresas editoras como Lagardere o Axel Springer, pero también el sindicato nacional francés de agencias de turismo o el de operadores turísticos, celebró este «avance decisivo» contra las «prácticas abusivas» de Google.
En noviembre el Parlamento Europeo había adoptado por amplia mayoría una resolución, no vinculante y por lo tanto simbólica, en la que pedía desvincular los motores de búsqueda de otros servicios de internet ofrecidos por una misma compañía, y que sugería por lo tanto desmantelar Google.
Investigación sobre Android
En paralelo, la Comisión indicó también este miércoles que iniciaba una investigación para determinar si Google vulnera las reglas de competencia europeas con su sistema operativo Android, que domina en el mercado de la telefonía móvil.
«La Comisión inició un procedimiento formal contra Google para analizar en profundidad si el comportamiento de la empresa sobre su sistema operativo para teléfonos móviles Android así como las aplicaciones y los servicios para smartphones y tabletas vulneran las reglas de la UE en materia de competencia», indicó la Comisión.
La UE busca «evaluar si, al concluir acuerdos anticompetencia y/o cometiendo eventuales abusos de posición dominante, Google perjudicó ilegalmente el desarrollo y el acceso al mercado de los sistemas operativos para telefonía móvil así como para aplicaciones y servicios de comunicación móvil a sus competidores en el Espacio Económico Europeo».