Actualmente el suicidio es un problema grave en el mundo. Y es mayor en Suiza. Cada año 1.300 personas se quitan la vida y entre 15.000 y 25.000 lo intentan. Pero ello no es solamente en Suiza. Resulta que algunos de los países considerados como los más altos, en el ranking de felicidad en el mundo. Y que algunos estudiosos de la Biblia han sido capaces de afirmar que estos países guardan un parecido a la sociedad que Dios va a instaurar cuando venga por segunda vez. Le informamos, que recientemente, la revista Forbes publicó una lista, basada en un estudio desde hace cinco años, que elabora el Instituto Legatum de Londres, que revela, que esos países a los cuales me refiero, que ocupan las primeras posiciones del ranking de Forbes, como Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, Islandia, Irlanda y Suiza, entre otros, son los que registran las tasas más altas de suicidio sobre el planeta.
¿Cómo les parece? Para algunos sería fácil juzgar cuando una persona hace eso. Pero nadie está exento de cometer este acto, por cuanto el propulsor de esa acción es el mismísimo Satanás, quien se ha enseñoreado de distintas maneras de la vida en la tierra y si Ud., aún sin darse cuenta, se aleja de Dios y deja una fisura en sus pensamientos, puede ser también víctima de ello. Las razones para cometer suicidio pueden ser diversas, pero la motivación que subyace en el inconsciente y el sub-conciente es la soledad, que causa depresión y desesperación. La mente es tomada por pensamientos negativos, entonces la persona concluye que ya no tienen esperanzas. Se bloquea, se aísla y vive solo el trauma. Se frena la capacidad para comunicarlo a alguien, tomando finalmente el horrible atajo del suicidio.
Si al niño, desde que nace, se le separa de las verdades bíblicas y la educación queda en manos de mujeres de servicio, comadres o amigas. Abuelos con “amores” que matan, no comprometidos con la formación espiritual. Cuando dejamos al infante en manos del televisor, los institutos educativos, los amigos, la internet y la calle. Son caldo de cultivo para esta conducta a posteriori y los padres deben velar por anteponer en todo momento la obediencia y el amor por El Padre Celestial.
Cuando Judas traicionó a Jesús, a diferencia de Pedro, bloqueó su mente y se sentía frustrado. Encarceló sus pensamientos, no fue capaz de arrepentirse, de recordar como lo amaba su maestro, por el contario, dejó entrar la voz del diablo y se suicidó.
Más dramático fue el caso del rey Saúl, imagínense, el ungido de Dios. Lo cual indica que nadie está exento de caer también. “Saúl se quitó él mismo la vida dejándose caer sobre su propia espada. Cuando el hombre rehúsa persistentemente todo el consejo del Cielo, es abandonado al engaño del enemigo para ser arrastrado por sus propias pasiones,… El primer rey de Israel resultó un fracaso, porque puso su voluntad sobre la voluntad de Dios. Se negó a hacer de la obediencia a Dios su primera consideración, y de los principios del cielo el gobierno de su conducta. Murió en medio de la deshonra y la desesperación.” Libro. Patriarcas y Profetas. Elena de White. ¡Hasta el próximo martes Dios mediante.