Progresivamente el venezolano ha dejado de consumir proteína animal por problemas referidos al actual proceso de recesión y la caída del poder adquisitivo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INN), el consumo de carne de res per cápita cayó un 13% entre los años 2012 y 2014, cifra que ha venido en descenso en este 2015 por la desaparición de este rubro en las carnicerías de la región. Estas cifras son preocupantes en el sistema de salud público, por cuanto se trata de un alimento fundamental en la dieta del ser humano.
Así lo consideró Ana Teresa Parra, coordinadora de Nutrición y Dietética del Ministerio de Salud en Lara, quien advirtió que las consecuencias de no consumir carne pueden producir a largo plazo patologías en el sistema nervioso central, desnutrición y anemia.
“Las carnes rojas tienen una gran bondad porque son ricas en proteínas de alto valor biológico, por tanto contribuyen en el organismo del individuo para la formación de huesos, dientes, músculos y además contienen factores que van a coadyuvar en el aumento del índice de hemoglobina. Si la población no consume carne en la proporción adecuada, es propensa a tener la hemoglobina baja, y eso se traduce en anemia, el individuo rinde menos y puede tener complicaciones de salud”.
Indicó, que la persona debe consumir proteína animal según su peso, talla y edad. “Lo normal es de 0,8 a 1 gramo de proteína diaria por kilogramo de peso. Es importante también como la preparemos, eso incluye no consumir tantas frituras que aumenten los valores de triglicéridos colesterol”.
Aunque existen otros sustitutos de la carne de res como las carnes blancas (pollo y pescado), huevos o lácteos, estos rubros también han desaparecido o aumentado su costo en el mercado a causa de la inflación, produciendo el cambio del patrón de consumo hacia las proteínas de origen vegetal, como los granos. Sin embargo su ingesta inapropiada puede generar problemas como sobrepeso y obesidad.
“Ahora los venezolanos comen arepa tres veces al día, también pasta y pan, lo que puede producir exceso de peso porque son rubros que no alimentan. Actualmente el venezolano come para llenarse, más no para nutrirse. La idea es hacer una buena selección de alimentos; por ejemplo, sopa de vegetales, pollo, ensalada, arroz y jugo”.
Recomendó, que los ciudadanos opten por algunos sustitutos temporales como la carne de soya, carnes blancas, sardinas y vísceras de origen animal que son consumibles.