José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca) explicó que en el país existe una competencia desleal contra el productor pues actualmente sale más económico traer azúcar del exterior porque el importador es beneficiado con dólar a Bs. 6,30 mientras el productor debe comprar en bolívares con los índices inflacionarios que afectan al país y si tiene que comprar alguna materia o accesorios para maquinarias en el exterior debe hacerlo con dólar paralelo.
“Es una competencia desleal. Al importador el dólar le sale a 6,30 mientras el productor nacional debe pagarlo a 250. Lo están asfixiando; no hay apoyo y lo peor es la fuga de dólares del país con el tema de la importación. Al importador le sale económico, pero al país le sale caro”.
Cree que lo lógico es que ese dólar preferencial se le financiara al productor porque bajaría los costos y se promovería la producción nacional.
Agrega que en las condiciones actuales un kilo de azúcar le cuesta a un productor 13 bolívares, mientras al importador unos 5 bolívares pero si el productor tuviera dólares preferenciales saldría mucho más económico. “255 mil familias cuyo sustento depende de la cañicultura están afectadas. Deberían apoyar a los productores”.
Crisis en el sector
Wilmer Viloria, presidente del Consejo Socialista de Cañicultores en Venezuela, denuncia falta de insumos, de respuestos para las maquinarias y la inoperancia de la mayoría de los centrales que ahora están en manos del Gobierno nacional mermaron la producción nacional de azúcar y obligaron al país a importar 800 mil toneladas.
Expresa que la baja en la producción se debe a que de los 10 centrales azucareros que pasaron a manos del Gobierno nacional, solamente uno está operativo.
“La situación empeoró este año porque solo uno de los centrales del gobierno está operativo que es el Central Santa Elena en Acarigua. Venezuela debería producir un millón 200 mil toneladas para cubrir la demanda nacional del año, pero solo producirá 450 mil; las otras 800 mil tendrán que importarse y eso genera mayor gasto”.
“Solo quedan 23 días de zafra, porque termina para los primeros mayo y se van quedar sin arrimar 250 mil toneladas. Son 300 familias que están saliendo perjudicadas en Majagua (Portuguesa) por las políticas del Gobierno”.