La decisión tomada por la canciller Delcy Rodríguez, de exigir a través de una carta a la empresa Exxon el cese de las operaciones de exploración o extracción petrolera en aguas en disputa entre Venezuela y Guyana, fue la más correcta.
Ahora corresponde a Venezuela exponer dicho punto durante la celebración de la Cumbre de las Américas, a fin de afirmar el reclamo y generar una alerta internacional, a través de los mecanismos establecidos en el Protocolo de Puerto España de 1982, ante lo que sería una violación al acuerdo de Ginebra de 1966, de tipo limítrofe.
Así lo expuso el embajador e internacionalista, Julio César Pineda, quien apuntó que de no impedir dichas acciones, Venezuela podría perder el territorio marítimo en disputa y por tanto, comprometer la salida de Venezuela hacia el Océano Atlántico; situación que también impactaría en el futuro del país. “Si no se reclama, podemos perderlo y perder a futuro más territorio importante, parte de la plataforma continental y zona contigua del país”, comentó el experto, quien señaló que sobre dichos terrenos yace una inmensa riqueza que ha sido ofrecida por varios gobiernos de Guyana a otros países, como Estados Unidos, lo cual es de preocupación para Venezuela.
En opinión del internacionalista la canciller actuó eficientemente al dirigir un oficio a la compañía, con lo que también estaría ejerciendo el derechos de escogencia de mecanismos pacíficos para la resolución de conflictos, expuestos en el artículo 30 de la Carta de las Naciones Unidas, según la Convención de Ginebra. Sin embargo, considera necesaria una segunda carta, esta vez dirigida al Gobierno de Guyana, por ser ellos quienes otorgan los permisos correspondientes a las compañías que tienen interés en las riquezas que existen tanto en zona terrestre como marítima.
Esta medida sería un reclamo territorial más, como el de las islas Malvinas y Argentina o el histórico conflicto entre Bolivia y Chile.
A juicio de Pineda es claro que “Guayana actúa de mala fe”, al otorgar concesiones a empresas privadas. Es de destacar que en la historia de esta disputa, Guyana ha reconocido la negociación y limitaciones en el uso.
Dan la espalda
El internacionalista destacó que en esta oportunidad los países que integran la Comunidad de Caribe (Caricom), apoyan la posición de Guyana en la disputa fronteriza, lo que a su vez se traduciría en un acto desleal con el Gobierno de Venezuela, que ha asignado a dichas naciones diversas ayudas en materia petrolera; en especial durante el Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, quien a juicio de Pineda, adoptó una posición muy suave en esta disputa y sostuvo decisiones que favorecieron a estos países, por intereses políticos.
Por tanto, no se podría contar con el apoyo de los 15 países del Caricom, los cuales a través de un comunicado público, sumaron su apoyo al laudo arbitral de 1899, que ya fue declarado como nulo por Venezuela.