Con el oro venezolano como garantía, el Banco Central de Venezuela (BCV), está negociando 1.500 millones de dólares. La operación se realizará a través de un “swap” por 1.4 millones de onzas troy de oro por un periodo de cuatro años. Luego de finalizado ese lapso de tiempo, ese oro volverá a las arcas del país.
A través de una entrevista brindada al diario El Universal, el economista y catedráticos de mercados financieros, Jose Ignacio Guarino, explicó que el mecanismo es un derivado financiero. Es la acción que llevan a cabo dos partes a través de un contrato, para intercambiar ciertas cantidades de dinero en fechas futuras.
Guarino indicó que la operación puede ser factible a corto plazo, sin embargo destacó que el país no puede vivir haciendo operaciones de este tipo. “Esto puede «sobrecolaterizar» los activos que tiene y va a llegar un momento que si ven que recurren a un espiral de vamos a hacer swap sobre el oro y después sobre la bauxita, el mensaje que está generando, es que cada vez tiene menos recursos con los cuales operar. No es un buen indicador».
Explicó que los swaps están sujetos a riesgo de crédito por la posibilidad de que la contrapartida no pague. También están sujetos a riesgo de liquidez en determinadas situaciones de mercado, podría ser que no hubiera contrapartes dispuestas a entrar en la operación.
Acerca de la posibilidad de que la negociación del oro deje a la moneda nacional sin respaldo, Guarino, explicó que si el oro que se va a entregar es el oro monetario, obviamente la moneda quedaría con menos respaldo, en cambio si el oro que se negocia es el oro directo de la mina, cuyo monopolio está en manos del BCV, puede ser viable ya que no se tocaría el oro monetario.