El inmenso Lago de 13.280 kilómetros cuadrados -donde cabría Maracaibo ¡30 veces!- se abre al mar con playas briosas, calmas, turquesas, con castillos, dunas y acantilados, pájaros y una gente célebre por su alegre personalidad.
Conozca nuestros destinos posibles y los secretos que revelan sus caminos, que se posicionaron durante el asueto de Semana Santa.
Secretos del camino hacia Miranda
El Puente General Rafael Urdaneta sobre el Lago de Maracaibo, maravilla de ingeniería moderna de casi nueve kilómetros de longitud, conecta a Maracaibo con el resto del país. Siempre será una gran experiencia recorrerlo, pues es un ícono de la zulianidad.
Quisiro, aislamiento fantástico
Quisiro, en la frontera con el estado Falcón, ofrece muy buenas playas y un paisaje desértico espléndido, con espejismos y arcilla agrietada dignos de la mejor imagen cinematográfica.
En el litoral mirandino, especialmente en Oribor, hay energéticas playas de intenso oleaje que son la delicia de los más audaces. La posada Tierra de Aves abre sus puertas para que pueda disfrutar sin prisa de tantas maravillas de ecoturismo, turismo histórico, gastronómico y de playa que posee la tierra de Ana María Campos y los pájaros.
Puertos de Altagracia
Cuna de la proceresa Ana María Campos, la capital del municipio Miranda es un encantador poblado localizado a orillas del Lago de Maracaibo, en la costa oriental, con muestras vivas de la típica arquitectura colonial.
El casco central de Los Puertos está declarado sitio histórico, y conserva construcciones de bahareque llenas de color, calles angostas y una joya arquitectónica: la iglesia de Nuestra Señora de Altagracia, de 400 años de antigüedad.
Caimare Chico, de sal y sol
Caimare Chico está en el municipio Mara, a la entrada del Golfo de Venezuela, y a sólo hora y media de la capital del estado, por la Troncal del Caribe. Sus aguas son salinas e impetuosas, y cuando baja la marea a la altura del caño Paijana se forma un dique natural por donde los vehículos rurales tienen acceso a la isla de San Carlos.
San Carlos, diversión legendaria
San Carlos, perteneciente al municipio insular Almirante Padilla, es un pueblo típico de pescadores, orgullo histórico nacional, pues frente a sus soatas se consolidó la independencia política de Venezuela con la Batalla Naval del Lago, en 1823.
Zapara, la ecoisla
En Zapara nos recibe, aún altivo, el Torreón de Zapara, parte de un fuerte contemporáneo al monumental Castillo de San Carlos. Pero sin duda, el mayor espectáculo lo brindan las dunas que caen al Lago.
Tersa piel de Zapara, que invita a extraviarse en su magnífico paisaje.
Pequeña y casi solitaria, ofrece un paisaje desértico con arenas blancas, médanos, desiertos, dunas y playas para todos los gustos. Las aguas briosas están del lado del Golfo y las más serenas al sureste, dando la cara a la Ciénaga de Los Olivitos, donde un marco de manglares y dunas decora el paisaje.