Venimos de un año muy movido y lleno de trabajos, malas noticias e inquietudes, pero todos sabemos que aunque no tengamos las mismas facilidades para salir del país, podemos viajar con nuestra imaginación a lugares inimaginables. Existen lugares preciosos, y muchas veces perdiéndonos ahí es cuando mejor los conocemos. Descubra las siete mejores ciudades europeas para perderse
Para aquellos que cuentan con un espíritu lleno de sentimiento aventurero, viajero e incansable y para quienes tienen la grata posibilidad de viajar a otros aires, nos pusimos a investigar las mejores ciudades para viajar y conocer.
En nuestra búsqueda de nuevos y no tan nuevos destinos para perdernos, hemos dado con muchísimos lugares hermosos y de ensueño, llenos de bellas calles, cultura a más no poder y atracciones llenas de diversión y romanticismo. Aquí descubra cuales son las mejores para caminar sin rumbo y dejarse llevar por cada lugar que les va ofreciendo. Disfrútelas.
Lisboa
Es una ciudad con encanto que respira historia por todos sus rincones y cuyas calles y barrios han sabido conservar su calidez y las señales de identidad de la cultura portuguesa. Si se decide a viajar a la capital portuguesa puede iniciar su ruta en el Castillo de San Jorge y observar toda la ciudad. Montarse en el tranvía y visitar los barrios de Alfama, Alto y Chiado. No se puede tampoco perder el mirador de Santa Lucia y la Fundación José Saramago.
Florencia
Una de las ciudades más bonitas de Europa y posiblemente del mundo es Florencia, un lugar para disfrutar de cada uno de sus rincones. El Duomo, Santa María del Fiore y Ponte Vecchio, aquí no se cansará de admirar obras arquitectónicas, pero lo mejor de todo será perderse por sus callecitas y dejarse seducir por el arte y la belleza que emergen por todas partes de la ciudad.
Delft
Es una pequeña ciudad holandesa en la que los canales conviven con edificios tradicionales de la arquitectura del país que sobrevivieron a un gran incendio en el siglo XVI. Otro de los rincones europeos con más encanto en el que disfrutar de la arquitectura clásica de los Países Bajos y de la paz de sus canales. En el centro de la ciudad posee numerosos edificios antiguos y muchas calles que tienen canales en medio habitados por peces.
Brujas
No decimos nada nuevo cuando señalamos que Brujas es una de las ciudades más bellas de Europa y es perfecta para viajar en pareja, y si así lo hace no puede perderse el Lago del Amor, visitar Begijnhof y tomarse una cerveza en la Plaza Grote Markt. El casco antiguo de esta población es también catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
Es importante que considere que Brujas es un sitio para disfrutar al máximo y con todos los sentidos. Hay que recorrer todos y cada uno de sus rincones así como es necesario deleitarse con cada color, textura, olor e imagen. Visitar la calle comercial Sint-Katelijnestraat ideal para comprar exquisito chocolate belga, la iglesia Nuestra Señora, la calle Dijvers, el mejor lugar para tomar fotografías y muchos más lugares perfectos para ver.
Salamanca
No hace falta salir de Europa para disfrutar de lugares realmente perfectos por su belleza y encanto. Una de las ciudades castellanas más bonitas es Salamanca. Si decide perderse en este lugar puede comenzar su paseo en la Plaza Mayor y recorrer los edificios universitarios, las catedrales, el Huerto de Calixto y Melibea o la Casa de Lis. La vida nocturna en invierno se trasforma en una constante fiesta y estudiantes de cada rincón del país se acercan de fin de semana a vivir la Salamanca de noche. A pesar del calor de agosto y el descanso veraniego en todas las ciudades españolas, Salamanca sigue siendo de los estudiantes.
Bad Ischl
Esta es una ciudad balneario ubicada a orillas del Rio Traun, en la región de Salzkammergut en Austria. Se trata de un centro de recreo y turismo donde encontrará la antigua casa de verano de la familia imperial austriaca: los Habsburgo. No puede perderse sus aguas termales por nada del mundo.
Paris
¿Qué decir de Paris? Si lo que desea es ponerse a pasear y dejarse llevar por los encantos de la capital francesa no puede perderse el barrio de Le Marais. También puede bajar del metro en St-Paul y disfrutar de las mejores boutiques de diseño y de algunos puestecitos de comida con un encanto espectacular. Sin dejar ni olvidar la tradicional Torre Eiffel ideal para un encuentro u ocasión especialmente romántica.