El Papa Francisco rezó por el fin de la persecución a los cristianos en su mensaje de Domingo de Resurrección, recordando a los estudiantes masacrados por milicianos islamistas en la Universidad de Garissa en Kenia.
El Santo Padre, después de presidir la misa ante miles de personas en una lluviosa mañana en la Plaza de San Pedro, pronunció un mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) serio y triste.
Los ataques contra cristianos en África y Oriente Medio han sido el sombrío escenario de las ceremonias de Semana Santa previas al Domingo de Resurrección.
“Pedimos a Jesús victorioso que alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre, así como de todos los que padecen injustamente las consecuencias de los conflictos y las violencias que se están produciendo”, declaró.
El Sumo Pontífice habló luego de que las iglesias en Kenia recurrieron a guardias armados para proteger a sus congregaciones en el día más importante del año litúrgico cristiano, después de que hombres armados del grupo islamista al Shabaab masacraron a casi 150 personas y persiguieron especialmente a los cristianos para ejecutarlos a quemarropa.
“Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida ?y pienso muy especialmente en los jóvenes asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia?, los que han sido secuestrados, los que han tenido que abandonar sus hogares y sus seres queridos”, agregó.
El papa argentino de 78 años, quien celebró la tercera Semana Santa de su pontificado, habló desde el balcón central de la Basílica de San Pedro después de presidir la misa ante decenas de miles de personas que vistieron ponchos plásticos y sostenían paraguas para protegerse de una fuerte lluvia.
Llamando a la paz en Libia, donde milicianos del Estado Islámico decapitaron en febrero a 22 cristianos coptos egipcios, el Papa Francisco pidió “que se acabe con el absurdo derramamiento de sangre por el que está pasando, así como toda bárbara violencia”.
El Santo Padre oró por la paz en Siria e Irak, en Yemen, Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y Nigeria, donde milicianos islamistas de Boko Haram también han atacado iglesias cristianas.
“Pidamos paz y libertad para tantos hombres y mujeres sometidos a nuevas y antiguas formas de esclavitud por parte de personas y organizaciones criminales”, refirió.
“Paz y libertad para las víctimas de los traficantes de droga, muchas veces aliados con los poderes que deberían defender la paz y la armonía en la familia humana. E imploremos la paz para este mundo sometido a los traficantes de armas”, agregó.
El Sumo Pontífice también se refirió al acuerdo alcanzado en Suiza esta semana entre Irán y la comunidad internacional sobre el marco de un pacto nuclear.
“Encomendemos con esperanza al Señor misericordioso el acuerdo alcanzado en estos días en Lausana, para que sea un paso definitivo hacia un mundo más seguro y fraterno”, sostuvo.