Uno de los primeros actos de David Ortiz al encontrarse con Pablo Sandoval y Hanley Ramírez en los entrenamientos fue subir una selfie de los tres en su cuenta de Twitter, con una advertencia de que el trío de artilleros de los Medias Rojas de Boston le hará la vida imposible a los lanzadores.
“Los Tres Amigos’”. Ese fue el nombre que Ortiz le dio al nuevo concordato en Boston entre dos dominicanos y un venezolano.
Los Medias Rojas apenas anotaron 634 carreras el año pasado, empatando con Seattle en el undécimo puesto de la Liga Americana en ese rubro.
La respuesta fue un desembolso total de 183 millones de dólares por los dos mejores bateadores disponibles en la agencia libre: el tercera base venezolano Sandoval y el dominicano Ramírez.
Sandoval decidió cambiar de costa al desertar de los Gigantes de San Francisco, donde salió campeón de la Serie Mundial en tres de las últimas cinco ediciones. Ramírez era el torpedero con los Dodgers pero ahora pasa el bosque izquierdo en el club donde se formó en las ligas menores y en el que se bautizó en las mayores con un par de turnos en 2005.
“Lo más importante es que los tres disfrutan jugando pelota”, dijo el manager John Farrell.
La presencia de los tres en la alineación diaria, junto al segunda base Dustin Pedroia y el inicialista Mike Napoli, hace pensar que los Medias Rojas pueden repetir el logro de 2013, cuando emergieron del sótano de la División Este de la Liga Americana para coronarse campeones del Clásico de Otoño.
“Es fabuloso. Estoy rodeado de gente que tiene una gran trayectoria”, afirmó Sandoval. “Con David, Pedroia y Hanley, todos ellos como compañeros, te pone contento porque sé que con ellos puedo aprender muchas cosas más”.
Y la capacidad ofensiva de los Medias Rojas podría ser ilimitada al contar con Xander Bogaerts en el campocorto, el prometedor novato Mookie Betts en el bosque central y la esperanza que el jardinero derecho Shane Victorino tenga un año sano.
“Esta puede ser una alineación que no le dará mucho respiro a la oposición”, acotó Farrell. “Tenemos la habilidad de poder hacer daño de arriba a abajo”.
¿Película repetida?
Ahora todo es sonrisas al iniciar la campaña, pero en un pasado no muy distante, previo a 2011, los Medias Rojas confiaban en el impacto de otro par de adquisiciones que acapararon titulares, las del primera base Adrián González y el jardinero Carl Crawford.
Se decía que los Medias Rojas arrasarían con todo el mundo, pero el desenlace de la película fue horrible. Se derrumbaron en el último mes de 2011, precipitando las salidas del piloto Terry Francona y el gerente general Theo Epstein. Al año siguiente, bajo el breve y catastrófico ciclo bajo las riendas de Bobby Valentine, se hundieron en el fondo de la división, traspasando a González y Crawford a los Dodgers a mitad de curso.
¿Qué tal y se repite la película? De González se decía que tenía el swing zurdo perfecto para batear en Fenway Park y que Crawford era un pelotero completo.
Ahora se dice que Sandoval y Ramírez fueron fichados con montos menores. Que el ambidiestro Sandoval también se dará banquete con el Monstruo Verde y que Ramírez está feliz de volver al equipo con el que firmó su primer contrato.