Las primeras lluvias caídas sobre la entidad larense pusieron de manifiesto la necesidad de emprender con urgencia un programa de limpieza de los caños y quebradas que cruzan el área metropolitano Barquisimeto-Cabudare en diferentes sectores.
Los vecinos de esos canales de agua tienen justificación en sus preocupaciones pues en años anteriores, por falta de una limpieza de los mismos sufrieron las consecuencias de inundaciones con pérdidas millonarias en algunos sectores.
Es el caso de quienes residen en la avenida Capanaparo, urbanización Fundalara, bordeada por un canal que desde el año pasado, cuando produjo una emergencia en toda la zona al desbordarse, no es sometida a eliminación de obstáculos.
En la actualidad ese buco se encuentra cubierto por tupidas malezas que, en caso de una lluvia fuerte, no permitiría la normal circulación del agua en sentido sur-norte, hacia la quebrada Guardagallos.
En Patarata, al norte, otro canal se encuentra en iguales o peores condiciones y por lo tanto también representa un peligro para los habitantes de una gran cantidad de v iviendas cercanas.
La quebrada La Ruezga, a su paso entre los dos sectores de esa urbanización popular, es otro de los canales barquisimetanos que, a falta de operativos, se encuentra seriamente obstruida, no sólo por la maleza que sigue creciendo alimentada por sus aguas, sino también a causa de la acción de malos ciudadanos, lamentablemente sus propios vecinos, que la tienen convertida en un gigantesco basurero al que diariamente lanzan todo tipo de desperdicios, incluyendo colchones, cocinas, lavadoras, muebles y otros objetos viejos que en algunos sitios se convierten en represas.
Como se sabe, La Ruezga nace en el suroeste de Barquisimeto, cruzando la ciudad por el norte, hasta Guardagallos y en varios sectores su paso constituye un riesgo inminente en temporada invernal.
Vecinos del sector La Isla, en el barrio San Francisco, exigieron a través de EL IMPULSO, su canalización con urgencia pues de llover fuerte en su cabecera podría desbordarse a causa de todos los obstáculos que en la actualidad impiden la circulación de las aguas.