Los insurgentes radicales que asesinaron a 147 personas en un campus universitario de Kenia el jueves parecían tener muy planeado el ataque, dirigiéndose incluso al lugar al que habían ido los cristianos para rezar.
La policía presente en el campus del colegio universitario Garissa el viernes tomó huellas dactilares de los cuerpos de los cuatro asaltantes y de los estudiantes y afectivos de seguridad que fallecieron, para las labores de investigación. La localidad del noreste de Kenia donde tuvo lugar el ataque de los extremistas islámicos del grupo somalí Al Shabab carece de instalaciones para almacenar esa cantidad de cuerpos.
En Nairobi, la capital de Kenia, familiares guardaban cola frente a una morgue donde había unos 20 cuerpos que ya habían sido trasladados por aire desde Garissa.
Una de las primeras cosas que hicieron los asaltantes de al-Shabab la madrugada del jueves, dijo la sobreviviente Helen Titus, fue dirigirse a una sala de conferencias donde los cristianos realizaban un rezo matinal. La milicia radical Al-Shabab está vinculada a Al Qaeda.
«Investigaron nuestra zona. Lo sabían todo», dijo la sobreviviente a la Associated Press en el hospital de Garissa donde se recupera del disparo que recibió en la muñeca. Funcionarios dijeron que 79 personas resultaron heridas en el ataque.
Titus, una estudiante de literatura inglesa de 21 años, dijo que se cubrió la cara con pelo y sangre de sus compañeros de clase y que permaneció inmóvil en un punto durante el peor ataque de la milicia radical en suelo keniata, esperando que los pistoleros pensasen que estaba muerta.
Los asaltantes pidieron a los estudiantes que estaban escondidos en sus habitaciones que salieran, asegurándoles que no les iban a matar, dijo Titus, que vestía un pijama para pacientes sentada en un banco del patio del hospital.
«Nos preguntábamos si salir o no», recordó. Muchos estudiantes lo hicieron, y los pistoleros empezaron a disparar a los varones, diciendo que no matarían a «damas», agregó. Pero también dispararon a las mujeres identificadas como cristianas, dijo la estudiante, que profesa esta religión.
También el viernes, unos cuantos hombres se manifestaron por una carretera en Garissa con carteles, incluyendo uno que ponía: «¡¡¡¡Estamos en contra de la matanza de kenianos inocentes!!!! ¡¡Estamos cansados!!» y «Basta ya. ¡¡No más asesinatos!! Estamos con ustedes, compatriotas keniatas».
«Nos sentimos muy mal por ellos y condenamos el ataque», uno de los participantes en la protesta, Abdullahi Muktar.